El 2012 comenzó seco e incendiado, como buen año del Dragón, anunciando tiempos difíciles, y poco después se puso ominoso con la embestida pro mega hidroelectricidad de los miembros de la Comisión Asesora para el Desarrollo Eléctrico (CADE) convocada por el ejecutivo, y del propio Presidente Piñera.
Es que las grandes centrales hidroeléctricas de embalse son demasiado buen negocio para los privados. En todas sus fases: estudios, construcción, y para que decir una vez en operación. Y que más encima el cambio climático sea usado como excusa… ya es un chiste demasiado oscuro.
Sin embargo, de pronto los vientos cambiaron y empezaron a llegar las buenas noticias.
Después de ocho meses de trabajo la Comisión de DD.HH. de la Cámara de Diputados -que investigó el viciado proceso de evaluación de HidroAysén, y que sesionó en Valparaíso, Santiago y Coyhaique- fue lapidaria en su conclusión: el proyecto nunca debió haber sido admitido a trámite y debiera suspenderse.
De esta forma se le da la razón a todo lo alegado desde hace tiempo por el Consejo de Defensa de la Patagonia, en el sentido de que el procedimiento de evaluación de HidroAysén ha procedido a punta de graves irregularidades administrativas, presiones de Ministros para cambiar los informes negativos de los servicios públicos, e incluso persecuciones a funcionarios probos.
Ahora hay que estar atentos a cuáles serán las consecuencias concretas de esta nítida y gravísima denuncia de los legisladores que será presentada a la Cámara Baja para su votación completa y a Contraloría, pero sin dudas, ya configura un remezón político de alta intensidad, y un tremendo apoyo a la lúcida ciudadanía que ha cuestionado el descabellado proyecto de Endesa y Colbún en la Patagonia chilena, entre otros proyectos similares.
Luego, la sala del Senado aprobó el proyecto que obliga a las generadoras a alcanzar la meta de inyectar un 20% de energía generada con fuentes renovables al año 2020.
Esto puede ser considerado modesto por algunos, pero es un gran avance en relación a la absurda meta de 10% de ERNC al año 2024 que establecía la Ley 20.257.
Chile es uno de los países más ricos del mundo en ERNC por su geografía, extensión latitudinal y otros aspectos, y a la fecha cuenta solamente con un 3% de ERNC en su matriz, en gran medida por la inercia impuesta por las empresas que tienen capturados nuestros ríos australes y nuestras aguas.
Esto por una lógica comercial estrictamente privada que favorece los proyectos energéticos convencionales a gran escala, aparentemente más baratos: las megas centrales hidroeléctricas de embalse y las termoeléctricas a carbón.
Luego, los legisladores, siguiéndoles la pista a los países más avanzados en el rubro, respaldan el proyecto de “net metering” que propicia que todos podemos ser generadores residenciales a pequeña escala, e incluso inyectar excedentes de energía al sistema y así lograr créditos a la hora de pagar nuestra cuenta de electricidad, algo que no era posible hasta la promulgación de esta ley.
Finalmente algo está cambiando en el modelo energético chileno -ya era hora- y falta mucho, pero el trabajo conjunto entre ciudadanos y legisladores -que es una de las novedades de los últimos tiempos- y el hecho que muchos legisladores se están pasando al lado correcto, está rindiendo frutos.
Además, la Corte de Apelaciones de Coyhaique rechaza el intento de Energía Austral para que se levantara la orden de “no-innovar” en el proyecto Río Cuervo, otorgada a raíz de un recurso de protección presentado por ciudadanos de Aysén y autoridades municipales, y hoy todo el Consejo Municipal de Aysén se suma al Recurso. ¡Excelente!
De igual manera esta semana se aprobaron los Tribunales Ambientales y la ciudadanía logró que se rechace el proyecto inmobiliario en El Panul, en la comuna de La Florida, que habría destruido los últimos relictos de bosque esclerófilo de la pre-cordillera de Santiago.
Una chorrera de buenas noticias a inicios del 2012.
¿Serán los Maya o alguna alineación astral? No. Es netamente la acción ciudadana.
Nada de quedarnos dormidos en laureles porque por el otro lado la embestida no para.
Como le escuché decir a Camilo Ballesteros “no cabe duda que a la larga vamos a ganar”.Pero hay que darle y darle y darle. En eso estamos ¿no es cierto?