Hace un par de semanas, en un país foráneo, me dijeron “increíble, el Congreso de Geotermia en Chile fue mejor que el del GRC”. Que orgullo que a la primera versión de nuestro congreso nos comparen, aunque sólo figurativamente, al Geothermal Resource Council (GRC) de EE.UU. el cual es, anualmente, el referente geotérmico de América, y, en cierta medida, del mundo.
19 países se dieron tiempo para llegar a nuestro país y deleitarse con el gran potencial geotérmico, que aun duerme por circunstancias ajenas a la voluntad de quienes trabajamos desde hace mucho tiempo para tener energía limpia, renovable y sustentable.
Países como China, Japón, Filipinas, Nueva Zelanda, Islandia e Italia, estuvieron presente… sencillamente superó todas las expectativas.
Así, se comprobó que el mundo tiene puestos los ojos en Chile como una promesa geotérmica del planeta. Consecuentemente, “Chile, potencia geotérmica” es nuestro slogan.
Lamentablemente, pocas autoridades de nuestro país tuvieron la oportunidad de acompañarnos.
Ningún parlamentario pudo zafarse de la discusión presupuestaria para asistir y al ministro de Energía le apareció un compromiso oficial que le impidió asistir a la inauguración.
Afortunadamente, el subsecretario de Energía, Sergio del Valle, quien nos deleitó con una presentación comprometida con la Geotermia, en el acto de inauguración del evento, fue testigo, junto a representantes oficiales de países extranjeros, de la convocatoria que logramos.
Mientras en el salón de conferencias se compartían importantes experiencias internacionales y nacionales, en los pasillos y stands se respiraba excitación y entusiasmo.
Durante los dos días del cónclave se abordaron temas regulatorios, técnicos, financieros, académicos y comunitarios.
Nacionales y extranjeros interactuaron intensamente y se nutrieron mutuamente de experiencias y conocimientos de gran riqueza. La consigna común era “Yo Quiero Geotermia”, encarnada en la chapita del Congreso. Incluso, funcionarios de organismos estatales la portaban placenteramente.
El mensaje fue claro, muchos actores de diversos países están comprometidos en empujar a la Geotermia como fuente alternativa de energía y concuerdan que Chile es un destino privilegiado.
El inmenso potencial de recursos que ven, la necesidad de energía eléctrica que tenemos y, junto a, la estabilidad política y económica que gozamos hacen de nuestro país un lugar ideal para invertir y desarrollar este tipo de energía renovable.
Entonces, la industria ha demostrado su compromiso con el desarrollo de la Geotermia, particularmente en Chile.
Corresponde, entonces, que nuestras autoridades atesoren el impulso dado respondiendo en concordancia: perfeccionando rápidamente el marco regulatorio, acelerando los procesos administrativos para el otorgamiento de las concesiones geotérmicas e implementando ya los instrumentos de fomento correspondientes, algunos ya definidos.
Chile quiere Geotermia.