En el marco de una gira europea como Coordinador Internacional de Patagonia Sin Represas, participé durante la primera semana de noviembre, en Bruselas, en dos eventos organizados por Enlazando Alternativas, red de organizaciones de Europa, América Latina y el Caribe que monitorean y cuestionan los impactos sociales y ambientales negativos que han acarreado los Tratados de Libre Comercio (TLC), y el accionar abusivo de las Corporaciones Trasnacionales (TNC).
La Unión Europea está apoyando el agresivo accionar de las TNCs europeas en países en vías de desarrollo. América Latina y el Caribe –la región donde más ha crecido la inversión directa de las TNCs- es hoy un eje comercial clave para sus faraónicos negocios, para lo cual se ha generado una verdadera ‘arquitectura de la impunidad’ a través de los TLCs, los Tratados Bilaterales de Inversión (TBIs) y otros mecanismos.
Esta arquitectura internacional es complementaria a los entramados legales entreguistas, y políticas económicas ultra-neoliberales instaladas, en algunos casos desde hace décadas, en nuestros países. Chile, desafortunadamente, en esto es pionero y emblemático.
Canadá aparece como un país que resiste este embate, donde la ciudadanía está luchando muy fuerte por mantener el control público de sus servicios y políticas en sectores claves.
En cambio, la sociedad civil y organizaciones en Europa están teniendo enormes dificultades para ponerle atajo al accionar tan depredador como lucrativo de las empresas europeas, tanto en sus propios países como en el exterior.
Enlazando Alternativas se ha propuesto visibilizar a las víctimas como actores fundamentales para enfrentar a las TNCs, creando el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) para que los afectados puedan denunciar los abusos de las TNC.
Hasta ahora las sentencias del TPP no son vinculantes pero el proceso ha generado valiosa información, activación social y gestiones políticas, y ha puesto en evidencia a nivel internacional, pero incluso nacional, graves conflictos socio-ambientales acallados por la complicidad gubernamental/corporativa y los medios de comunicación locales.
El objetivo del TPP es activar, desde las comunidades y ONGs, movimientos sociales cada vez más amplios para la defensa del territorio y de los derechos humanos. El 2010, Ecosistemas, a nombre de la Campaña Patagonia Sin Represas, junto con Greenpeace-España, presentó el caso HidroAysén ante el TPP en Madrid.
Después de estudiar los antecedentes presentados, el Tribunal condenó el monopolio privado en los sectores agua y energía en Chile, y su efecto negativo en la gobernabilidad y democracia del país, y pidió la suspensión del proyecto HidroAysén ante la manifiesta irregularidad de su evaluación.
Así, el TPP ha sido un importante avance como herramienta de denuncia, y para tejer redes, pero se necesitan herramientas aún más efectivas para seguir avanzando.
Los integrantes de Enlazando Alternativas se preguntan cómo se compatibiliza el resistir y enfrentar el embate de las TNCs con la construcción simultánea de alternativas, y por qué no han sabido convocar con más amplitud, incluso a sectores afines que son necesarios para que haya incidencia política, tales como sindicatos, trabajadores, e indígenas.
Se comenta que las cumbres de los pueblos son momentos para la construcción de coordinaciones y movimientos, procesos importantes que hay que seguir empujando.
Se plantea la necesidad de mayor articulación en los países donde se realizan y que más allá de la construcción y de-construcción ideológica se necesita “amplificar y alimentar la voz del pueblo”.
Se indica que hasta ahora los movimientos sociales han reaccionado más ante el accionar abusivo de una ETN específica que ante las causas estructurales que lo permiten y fomentan… y, por lo tanto, la necesidad de alimentar la visión sistémica.
Hay acuerdo que la situación global es gravísima. ¿Cómo se evoluciona hacia una sensibilidad ‘regional’, continental o global, entendiendo que la agresión tiene raíces comunes, que lo que toca a un país suele tocarlos a todos? Hoy es imperativo pensar y actuar local y globalmente, en forma sinérgica, consciente, y extremadamente vigorosa.