En La Araucanía existen 250 mil personas que viven en pobreza. Peor aún, 90 mil de ellas viven en situación de extrema pobreza, es decir, con menos de mil pesos diarios.
Económicamente hablando, todos sus ingresos los gastan en alimentación.
Decimos “estar” y no “ser” porque una persona no es pobre, está en situación de pobreza.
Eso significa que entendemos que es una condición temporal y que se puede superar.
El Ingreso Ético Familiar es mucho más que una transferencia monetaria.Es querer generar familias que puedan sostenerse por sí mismas.No existe una política social más exitosa que aquella que permite que la gente pueda por sus propios medios, salir de la pobreza.
El Ingreso Ético Familiar es una política innovadora, que se aleja del asistencialismo y combina transferencia de recursos con el cumplimiento de deberes por parte de las familias e incentivo por logros, es decir, premiar el esfuerzo y también el resultado de éste.
Es una alianza estratégica entre el Estado y las familias más pobres.
El gobierno del presidente Piñera ha decidido ayudar a las familias que quieren ayudarse a sí mismas y comprometer la tarea de derrotar la extrema pobreza de aquí al 2014 y de manera sustentable.
Hoy las familias más pobres de nuestro país corren el riesgo de seguir esperando. La oposición, en un acto de egoísmo político, ha decidido rechazar la partida del presupuesto 2012 referente al Ingreso Ético Familiar en la comisión mixta de presupuesto.
A pesar de las diferencias políticas y la discusión, que sin lugar a dudas enriquece al país, rechazar los recursos que van directamente a los más pobres no tiene ninguna justificación. No valen los cálculos políticos a la hora de abordar una herida abierta que tiene nuestro país y especialmente La Araucanía como es la extrema pobreza.
Esperamos que prime la cordura y esto pueda revertirse en el Congreso sino la oposición tendrá que explicar a la ciudadanía que será a los más pobres a los que les está diciendo que no.