El día martes el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), lanzó la segunda parte de la campaña para prevenir la violencia intrafamiliar, iniciativa que tiene como “rostro” a Claudio Romero Díaz, tristemente conocido en noviembre del año pasado cuando disparó contra su papá y le dio muerte, alegando defensa propia.
Por lo impactante del caso, acaparó por varios días la atención de los medios abriendo nuevamente el debate en torno a las situaciones de violencia que viven muchas familias.
Al momento de realizar el control de detención, el juez del 9º juzgado de garantía de Santiago determinó que no se reunían las condiciones necesarias para establecer que había actuado en legítima defensa y dictaminó procesarlo por parricidio.
Esta decisión se tradujo en medidas cautelares que se extienden hasta hoy y tienen a Claudio Romero bajo arresto domiciliario nocturno.
¿Por qué me detengo en este episodio?
Porque me llama la atención que el gobierno decida utilizar como rostro emblemático de una campaña masiva a una persona que aún está en juicio, esa elección establece a priori que Claudio Romero es una “víctima” y da a entender que él es inocente.
No sé a ustedes, pero a mi me molesta profundamente que el gobierno quiera incidir en la decisión de un tribunal colegiado, organismo encargado, como en cualquier estado de derecho, de decidir, basados en las pruebas que presente la fiscalía, la culpabilidad o inocencia de Romero.
Además, no deja de llamar mi atención la cobertura mediática de los últimos días sobre el caso de Claudio Romero, y como en todas estas apariciones, se ha destacado su “valentía” al dispararle a su progenitor…
¿Soy yo la que está equivocada o está bien que “idealicen” a una persona que disparó y dio muerte a otra?
¿Es un error creer que la justicia debe actuar de manera independiente, sin recibir presiones de ningún tipo y menos de otros poderes del Estado?
¿Qué pasa con el derecho de la familia del papá de Claudio a un juicio justo y que sin intervenciones decidan si la muerte de su familiar fue producto de la legítima defensa o un simple homicidio?
Seguramente, hay muchos contrarios a mi postura, incluso puede que algunos consideren que mi opinión es polémica, y a ellos quiero aclarar que la violencia intrafamiliar NO se debe permitir, no tiene justificación alguna.
Sin embargo, tampoco creo que podamos hacer vista gorda o fomentar como válido el tomar la justicia por nuestras propias manos.