El Director Ejecutivo de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes con tal de defender la pega no le importa pasar por caradura.
Hoy sorprendió señalando que la rentabilidad de esas empresas no pasa del 3%.
En empresas dedicadas al comercio de la salud debiera existir una ética adicional, por el contrario parece que ella brilla por su ausencia. Lamentable que quien encabece este festival de mentiras sea justamente un director de la asociación gremial.
No hay tal 3% de rentabilidad por el contrario la rentabilidad sobre capital, del período no anualizada, es de 35,7 % en promedio, fluctuando entre un 27% para Colmena y un 102% para Vida Tres.
Esto significa en palabras simples que un inversionista que destina recursos a una Isapre se demora entre 1 y 3 años en recuperar su inversión.
Cuando hace pocos meses los afiliados a una Isapre recibimos una conceptuosa carta en que se nos anunciaba que por el aumento de costos de la industria, se veían “obligados” a reajustar nuestro plan de salud en cifras entre 5 y 15% o más, estos resultados financieros obtenidos dejan al descubierto una mentira descomunal de esas comunicaciones a los afiliados al sistema.
Debemos indicar que los planes de Isapres ya están protegidos de la inflación por cuanto ellos se definen en UF.
En el mismo período del año 2010 la rentabilidad sobre capital del sistema fue de 21,7%, es decir, para 2011 las alzas “obligadas” de los planes, no han ido sino a parar a mayores utilidades reflejando un aumento de éstas del 64,5%.
La explicación parece peor, pues se nos dice que ello es el resultado del aumento de los aranceles AUGE y de los reajustes ya señalados en los precios, una vez más se lucra con recursos del Estado y no sólo con los de la clase media.
Las Isapres debieran evitarse las explicaciones absurdas y simplemente con las mismas cartas conceptuosas debieran informarnos que han decidido devolver a sus afiliados el monto equivalente a las alzas informadas y en caso de que aún no hubieran sido reajustados sus planes, hacer lisa y llanamente una rebaja al precio cobrado.
Qué esperan las autoridades del sector para reaccionar, ¿ una nueva protesta ciudadana?
Los primeros, encabezados por el ministro de Salud han reaccionado justificando el modelo y comparando estos resultados con los del Metro, demostrando cierta ignorancia respecto a los destinos de las utilidades de una empresa pública como el Metro y una privada como la Isapre.
Digámoslo desde ya, la aprobación de un IPC de salud es absolutamente insuficiente para los graves problemas que demuestra el mercado en el sector salud.
¿Cuál es verdadero rol de los representantes que periódicamente elegimos al Parlamento?
Nos gustaría además sentirnos un poco más defendidos y acompañados por nuestros representantes en el Congreso.
No basta con hacer declaraciones y dar por cumplida su misión, esperamos que de una vez por todas el Congreso se ponga firme respecto a la verdadera expoliación que sufren los chilenos, por parte de un sector empresarial cuya voracidad no pareciera tener límites.