15 sep 2011

Greenpeace: Cuarenta años en la defensa de la vida

Un 15 de Septiembre hace ya 40 años un grupo de ecologistas barbones navegó en un pequeño bote pesquero en dirección a las islas Aleutianas. Su objetivo era evitar un ensayo nuclear del ejército de Estados Unidos ante la costa de Alaska.

Si bien no llegaron a su destino, la insólita acción de ir a pararse en el sitio de la explosión con tal de detener semejante acto de brutalidad les dio, nos dio, una gran popularidad como defensores de la vida y la naturaleza.

Hoy, cuatro décadas después, Greenpeace es una organización federada con 28 oficinas que cubren varias decenas de países y que opera bajo la coordinación de Greenpeace International, cuya sede está en Ámsterdam.

Es, sin duda, la organización ecologista más influyente a nivel mundial no sólo por su acción decidida en campañas específicas en temas de conservación, protección de la vida y justicia ambiental.

También porque sólo aceptamos donaciones de particulares sin ofrecer nada a cambio -rechazando donaciones de partidos políticos, gobiernos y muy especialmente de empresas, por razones obvias.

Esta condición ha ayudado a ser una de las organizaciones más creíbles y confiables del mundo. Chile no es la excepción, a nivel nacional somos la segunda “marca” con mayor reputación.

Nuestra coherencia a escala global ha construido una base sólida de 2,8 millones de miembros en el mundo que mantienen vivos y activos. Aún así, nuestros recursos están muy por debajo de los astronómicos presupuestos que sostienen y financian los conflictos y problemas que intentamos resolver.

Nuestros principios fundacionales no han cambiado hasta hoy. Quien hoy trabaja o participa de Greenpeace en cualquier esquina del planeta puede decir, con convicción, que está ayudando a cambiar el mundo hacia horizontes donde la justicia ambiental y la paz sean hechos consumados y no un ideal.

Nuestro “rubro” es la denuncia, es hacer enojar a quienes se lo merecen. No por el arte de hacerlo, más bien porque es el resultado de cambios sociales, ciudadanos y políticos que apuntan hacia un mundo más verde y para todos.

Nuestros principales objetivos hoy son la protección del clima global, el fin del uso de combustibles sucios, la defensa de los océanos y bosques y la vida que de ellos depende, la lucha contra los efectos negativos de la tecnología genética en la agricultura y el consumo humano.

Durante estos cuarenta años hemos pasado de activismos locales a ser una organización que denuncia y afronta los problemas globales, marcando la agenda del desarrollo mundial.

A esta altura los habitantes de esta patria -que también está de cumpleaños- estamos más o menos convencidos de que hay un despertar ciudadano que ha sabido conjugar -no sin conflicto- las demandas más tradicionales de América Latina (justicia, equidad, reducción de pobreza), con los ideales del desarrollo global (sustentabilidad, respeto por el patrimonio).

Por eso, espero, cada vez sean menos quienes abogando por lo primero lo opongan a lo segundo, y que cada vez más rápido abandonen de una vez por todas ese discurso que ya huele añejo de que hay que empezar por superar la pobreza y resolverla “a toda costa”, para luego darse el lujo de ser sustentables y limpios.

Porque en el fondo, a veces pienso, nuestro principal problema no son los litros de tóxicos vertidos a ríos o napas subterráneas, ni las chimeneas que arrojan dióxido de azufre frente a escuelas con niños, ni las industrias que arrastran la pesca de la que viven las comunidades costeras, ni los ingenieros embelesados con el brillo y el calor del uranio.

El problema es que una idea de justicia real, que conjugue desarrollo con sustentabilidad, aún nos parece lejana, inalcanzable, “Europea”.

Por el contrario, vemos con alegría como cientos de comunidades de nuevos ecologistas barbones -o sin barba, da lo mismo- de esta era hoy se están subiendo en sus barcos, organizando sus comunidades, barrios, centros de reciclaje, etcétera, intentando detener lo que parece inevitable.

Los nuestros son 40 años de éxitos a costa de esfuerzo, creatividad, resistencia y encuentro con cientos de miles que nos han apoyado formando redes, comunidades y organizaciones que sintonizan con nuestras causas.

Cuatro décadas de convicción de que otro mundo puede, debe y es urgente hacer posible.

Nuestras puertas están y estarán siempre abiertas a todos, que mientras más seamos, más claras serán nuestras voces.

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  • http://pulse.yahoo.com/_4Q2O3AGUPWJNJI4EVAJ2Q2M7OE Miguel

    Estimados: Existe otra historia sobre Greenpeace que merece ser leida o escuchada.David McTaggart es un nombre importante en la historia de esta organización y partiré hablando on poco sobre él.En los años 70 David era el presidente de Greenpeace y muchos coincidian que el éxito de la organización se debía principalmente al él. En 1989 sale a la luz pública un relato “oficial” de la organización donde David Taggart es descrito como un exitoso hombre de negocios inmobiliarios que dejó sus asuntos para dedicarse de lleno a salvar la Tierra.La realidad dice que David, antes de llegar a Greenpeace se dedicó a las especulaciones inmobiliarias y a los más variados fraudes. En 1975 quebraba un proyecto que había. impulsado en Bear Valley (California). Poco después estafó en otro proyecto inmobiliario, en Aspen, conocido como Aspen International Properties, Inc, que le llevó a desaparecer del mapa. En su «fuga« contacta con Greenpeace, gracias a un anuncio en la prensa de Auckland (Nueva Zelanda). Greenpeace decidió contar con él para intentar frenar una prueba nuclear francesa en el atolón de Mururoa. La organización envía fondos a McTaggart para que fletara un barco. Pero él no dio cuentas de los gastos, además, la policía de Aukland le detuvo por tráfico de relojes suizos con su barco. Esta fue su «entrada gloriosa» en la organización ecologista. Sin embargo, llegó a ser líder del grupo. y presidente de Greenpeace Intemacional en 1980.McTaggart abandona, en 1991, la presidencia de la organización, justo en el momento en que la prensa alemana empezaba a desvelar cómo las recaudaciones del grupo ecologista se desviaban a cuentas personales en Suiza. Es más, la revista Forbes, en su número de noviembre de 1991, presentaba un completísimo informe sobre las irregularidades financieras de la organización ecologista. Uno de los testimonios más significativos es el de Franz Kotte, ex tesorero de Greenpeace, que denuncia la existencia de cuentas privadas de más de 20 millones de dólares, a las que sólo tienen acceso los máximos dirigentes de Greenpeace.Greenpeace es una organización mundial cuyas filiales debe pagar a Greenpeace Internacional, en Ámsterdam el 25% de sus recaudaciones para poder usar el nombre “Greenpeace.” Es una marca comercial registrada. Greenpeace internacional se ha convertido en un poderosísimo holding. Solo en Alemania 700.000 socios dejan en sus arcas 36 millones de dólares anuales. ¿ Dónde van a parar esas tremendas cantidades de dinero?Stan Gray y Gord Perks, antiguos expertos en el desarrollo de las campañas de Greenpeace en Canadá, desvelaron, en 1993, a la prensa de Otawa (Canadá), el uso del dinero procedente de las donaciones. Sólo el 5% del presupuesto anual de 7 millones de dólares con que contaba la organización en ese país, se destinaba a campañas para el medio ambiente. El resto se perdía en gastos administrativos. Evidentemente, estos miembros de Greenpeace fueron inmediatamente despedidos de la organización.Una de las contradicciones grandes de esta organización es ser accionista del grupo SHELL, sabiendo que luchan contra empresas petroleras por el tema de la contaminación de aire/tierra/agua.Recomiendo leer el libro “Ecología: Mitos y Fraudes”. <Si quieren verificar el articulo de Forbes "The Not So Peacefull World of Greenpeace",Forbes, 11 de Noviembre de 1991, pp. 174-180.Saludos,Miguel

    • http://twitter.com/matiasasun Matias Asun

      @yahoo-4Q2O3AGUPWJNJI4EVAJ2Q2M7OE:disqus : Gracias por el comentario. Sin duda que hay críticas que hacernos y en efecto has compilado las que existen. Pero hay otras críticas yo diría mas fuertes aún que las que mencionas. Al final tu reflexión apunta a individuos con puntos de vista particular, pero no a la organización completa y yo al menos estaré siempre abierto a escuchar reflexiones sobre cómo estamos trabajando. Es inevitable que al ser la organización mas importante del planeta -y trabajando cómo lo hacemos- queden dudas sobre algunos aspectos administrativos, financieros o organizacionales. Bueno sería alguna vez escribir al respecto para aclarar tanto mito que hay sobre nosotros.
      Cualquiera sea el caso, es indudable que el trabajo que cientos de miles han desarrollado a lo largo de estos caóticos pero alegres años ha tenido una repercusión enorme y ha servido a la defensa de la vida en el planeta. Y eso, sin duda, merece ser apoyado. Sin ser ciegos, como dices, sin negarse a otra historia, pero sin perder el norte de lo importante. Abrazos y gracias.

  • http://pulse.yahoo.com/_4Q2O3AGUPWJNJI4EVAJ2Q2M7OE Miguel

    Estimados: Existe otra historia sobre Greenpeace que merece ser leida o escuchada.David McTaggart es un nombre importante en la historia de esta organización y partiré hablando on poco sobre él.En los años 70 David era el presidente de Greenpeace y muchos coincidian que el éxito de la organización se debía principalmente al él. En 1989 sale a la luz pública un relato “oficial” de la organización donde David Taggart es descrito como un exitoso hombre de negocios inmobiliarios que dejó sus asuntos para dedicarse de lleno a salvar la Tierra.La realidad dice que David, antes de llegar a Greenpeace se dedicó a las especulaciones inmobiliarias y a los más variados fraudes. En 1975 quebraba un proyecto que había. impulsado en Bear Valley (California). Poco después estafó en otro proyecto inmobiliario, en Aspen, conocido como Aspen International Properties, Inc, que le llevó a desaparecer del mapa. En su «fuga« contacta con Greenpeace, gracias a un anuncio en la prensa de Auckland (Nueva Zelanda). Greenpeace decidió contar con él para intentar frenar una prueba nuclear francesa en el atolón de Mururoa. La organización envía fondos a McTaggart para que fletara un barco. Pero él no dio cuentas de los gastos, además, la policía de Aukland le detuvo por tráfico de relojes suizos con su barco. Esta fue su «entrada gloriosa» en la organización ecologista. Sin embargo, llegó a ser líder del grupo. y presidente de Greenpeace Intemacional en 1980.McTaggart abandona, en 1991, la presidencia de la organización, justo en el momento en que la prensa alemana empezaba a desvelar cómo las recaudaciones del grupo ecologista se desviaban a cuentas personales en Suiza. Es más, la revista Forbes, en su número de noviembre de 1991, presentaba un completísimo informe sobre las irregularidades financieras de la organización ecologista. Uno de los testimonios más significativos es el de Franz Kotte, ex tesorero de Greenpeace, que denuncia la existencia de cuentas privadas de más de 20 millones de dólares, a las que sólo tienen acceso los máximos dirigentes de Greenpeace.Greenpeace es una organización mundial cuyas filiales debe pagar a Greenpeace Internacional, en Ámsterdam el 25% de sus recaudaciones para poder usar el nombre “Greenpeace.” Es una marca comercial registrada. Greenpeace internacional se ha convertido en un poderosísimo holding. Solo en Alemania 700.000 socios dejan en sus arcas 36 millones de dólares anuales. ¿ Dónde van a parar esas tremendas cantidades de dinero?Stan Gray y Gord Perks, antiguos expertos en el desarrollo de las campañas de Greenpeace en Canadá, desvelaron, en 1993, a la prensa de Otawa (Canadá), el uso del dinero procedente de las donaciones. Sólo el 5% del presupuesto anual de 7 millones de dólares con que contaba la organización en ese país, se destinaba a campañas para el medio ambiente. El resto se perdía en gastos administrativos. Evidentemente, estos miembros de Greenpeace fueron inmediatamente despedidos de la organización.Una de las contradicciones grandes de esta organización es ser accionista del grupo SHELL, sabiendo que luchan contra empresas petroleras por el tema de la contaminación de aire/tierra/agua.Recomiendo leer el libro “Ecología: Mitos y Fraudes”. <Si quieren verificar el articulo de Forbes "The Not So Peacefull World of Greenpeace",Forbes, 11 de Noviembre de 1991, pp. 174-180.Saludos,Miguel

    • http://twitter.com/matiasasun Matias Asun

      @yahoo-4Q2O3AGUPWJNJI4EVAJ2Q2M7OE:disqus : Gracias por el comentario. Sin duda que hay críticas que hacernos y en efecto has compilado las que existen. Pero hay otras críticas yo diría mas fuertes aún que las que mencionas. Al final tu reflexión apunta a individuos con puntos de vista particular, pero no a la organización completa y yo al menos estaré siempre abierto a escuchar reflexiones sobre cómo estamos trabajando. Es inevitable que al ser la organización mas importante del planeta -y trabajando cómo lo hacemos- queden dudas sobre algunos aspectos administrativos, financieros o organizacionales. Bueno sería alguna vez escribir al respecto para aclarar tanto mito que hay sobre nosotros.
      Cualquiera sea el caso, es indudable que el trabajo que cientos de miles han desarrollado a lo largo de estos caóticos pero alegres años ha tenido una repercusión enorme y ha servido a la defensa de la vida en el planeta. Y eso, sin duda, merece ser apoyado. Sin ser ciegos, como dices, sin negarse a otra historia, pero sin perder el norte de lo importante. Abrazos y gracias.