¡Son muy frescos y patudos!…los defensores del Libre Mercado acusan a los estudiantes de politizar las movilizaciones por una educación pública y de calidad.
Ellos, que de la mano de la dictadura, impusieron un modelo excluyente en lo político, social y económico.
Las cifras indican que Chile está entre las sociedades más desiguales e injustas del mundo.
¡Claro que la solución de la educación es política!, lo que hacen los estudiantes es empujar a la sociedad hacia reformas que generen justicia social.
No hay que dedicarse a combatir o eliminar estas marchas y protestas multitudinarias, hay que entender porqué se generan.
Que nuestra sociedad es injusta no cabe duda alguna. El modelo de Libre Mercado, ha aumentado las brechas sociales y la teoría del chorreo ha fracasado. El Mercado pertenece a los monopolios y grandes consorcios que controlan unas pocas familias. Ellas se reparten casi todo el PIB.
¿A quien le conviene eliminar la educación pública?, justamente, al sector dominante. No solo por una cuestión económica, sino fundamentalmente por las posibilidades que otorga la educación de concientizar y controlar políticamente a las generaciones futuras inculcándoles las bondades del Libre Mercado.
¿No es eso lo que hacen o han hecho, las Ues privadas de los sectores derechistas? Han proveído defensores del Libre Mercado, cautelando las bases del modelo, lo que mantendrá las injusticias sociales.
El gobierno entiende perfectamente las protestas. Sabe que es una movilización política.
Las critica porque no quiere definir una nueva política educativa y, mucho menos, proponer una educación pública de calidad y gratuita, que exista como un derecho, coexistiendo con la educación subvencionada y la privada, donde se evite que el Estado subsidie el lucro de los grupos privados, como ocurre ahora.
¿Por qué si existe educación privada no puede existir educación pública?
¡Debe existir educación pública!, además, debe ser gratuita para todos los estudiantes de los quintiles pobres.
La lucha de los estudiantes es seria y apunta a las bases político-económicas que sostienen una educación injusta, elitista, segmentadora.
La Polar no es un accidente, tampoco lo fue la colusión de las farmacias, ni la depredación de los recursos naturales, o la privatización del agua, o los cobros abusivos de los fondos de pensiones, ni los cien mil jóvenes que cada año egresan de la educación secundaria sin entender lo que leen…son fruto de un sistema basado en el lucro y la acumulación económica.
Producimos cobre y seguimos pobres, grita Calama.
Tienen razón, como también es válida la exigencia estudiantil de Renacionalizar el cobre y a recuperar los 100 mil millones de dólares que se han sacado gratis de Chile las mineras privadas extranjeras.
Lo que pasa, es que el gobierno lucha por aumentar la privatización de la educación.
Veamos: en la educación secundaria queda muy poca educación pública, la mayoría es particular subvencionada o privada. En la universitaria, ídem, muy poca pública. La técnico-profesional, es toda privada.
La educación es un derecho y es un tema país. Toda la sociedad debiera involucrase en su defensa, incluidos los ausentes partidos políticos que solo observan las piruetas del gobierno para que todo siga igual.
Los países que avanzan son los que invierten en educación y tecnología.
La historia y el pasado son de los viejos.
Felizmente, el futuro es de los jóvenes y, el futuro es lo que importa.