Este 20 de marzo se celebró por tercera vez el Día Internacional de la Felicidad, proclamado por la Asamblea General de Naciones Unidas, invitando a los países miembros a promover políticas públicas en búsqueda de la felicidad y el bienestar de sus ciudadanos ¿Qué significa esto para los chilenos? ¿Qué tenemos que celebrar? ¿Cómo hacerlo?
Ponga caritas felices en cada WhatsApp que envíe, comience el día entregando una sonrisa a quién se le cruce, ríase en el metro, en la calle, incluso arriba de una micro, aunque el día parezca agobiante, aunque lo esté pasando mal, ríase, haga como que está feliz.
Fuera de bromas, felicidad viene del latín “felicitas”, es un estado que va más allá de una sonrisa o un momento, su definición genérica es estado emocional que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado la meta deseada (autorrealización), suele ir acompañada de una condición interna, subjetiva de satisfacción y alegría, para algunos psicólogos se relaciona con el bienestar subjetivo.
¿Cuál es nuestro estado actual, somos felices los chilenos?, ¿Qué estado interno nos caracteriza?De acuerdo a los últimos estudios, Chile muestra un aumento en sus índices de felicidad, en el año 2013, subimos al lugar 28 a nivel mundial entre 156 países y al lugar 6 dentro de 26 países de Latinoamérica, pero ¿nos sentimos así?
Existen contradicciones en este aspecto, como antecedente un estudio Adimark 2013 relacionó la felicidad de los chilenos con los niveles de estrés, afirmando que a mayor nivel de estrés mayor sensación de felicidad, porque existía la noción que ser feliz involucra sacrificios, ¿paradójico no?
¿Se puede medir la felicidad? La armonía interior es tan subjetiva es tan personal, para algunos el acumular riqueza es un motivo de felicidad, para otros vivir en paz interior con lo justo y necesario, para otros tener tiempo, compartir, vivir en un país ordenado, seguro, tener un trabajo estable, una familia, o estar tan sólo bien consigo mismo, permite un estado de felicidad. Sin embargo, pienso que es muy delicado medir la felicidad de cada persona, es difícil generalizar.
Intuitivamente percibo que estamos demandantes de espacios de realización interior, nos quejamos demasiado para estar tan felices como dicen las encuestas, vamos más seguido al psicólogo (no digo que esto sea malo, sino que es un indicador de que necesitamos ayuda); existe un aumento de licencias médicas por patología de origen laboral, aumenta el consumo de alcohol, la obesidad infantil, los índices de depresión y el suicido en jóvenes, ¡todo eso debe decir algo!
Sin embargo, y dado que no tenemos politicas públicas claras que vayan en beneficio de la felicidad de los chilenos, individualmente sí aparecen cambios, como un aumento de actividades nutritivas para el “alma”, una apertura de conciencia, las prácticas de la meditación, los círculos de mujeres, la comida sana, el yoga de distintos tipos, la astrología, los mandalas y una variedad de medicinas alternativas y/o complementarias como las Flores de Bach, la antroposofia, alineación de chakras, imanes, musicoterapia … que dan cuenta de que los chilenos necesitamos aplacar la ansiedad de vivir con el miedo a algo, retomar el rumbo y en fin indagar en nosotros mismos.
¿Qué actividades e iniciativas se toman a nivel país con respecto a la felicidad de sus ciudadanos?Somos un país que a -diferencia de otros donde incluso existe un Producto Interno de la Felicidad – estamos recién despertando a ciertos temas esenciales para mejorar la calidad de vida de las personas, con proyectos legislativos para despenalizar el aborto, crear ministerios de la mujer, legislaciones laborales, leyes antidiscriminación, etc. importantísimo todo ello, pero sin duda la salud mental y más aún emocional de un país no se puede descuidar, ¿cuántas/os licencias, stress, suicidios, drogadicción, delincuencia nos evitaríamos, si hubiera un real cuidado por el origen emocional que las produce?, como el abandono, miedo, ansiedad, tristeza, heridas de infancia, que todos experimentamos en algún momento.
No todo es crecimiento y números, los seres humanos de un país sienten y de eso hay que hacerse cargo individual y colectivamente, si la a definición general de Felicidad expresa “estado emocional de una persona que se relaciona con la autorrealización”.
Imaginemos por un momento, un gobierno que sea un aporte a la felicidad de sus ciudadanos, con más parques, menos horas de trabajo, mayor flexibilidad laboral, mejores sistemas de transportes y vías exclusivas más expeditas para demorar menos el regreso a casa y gozar de nuestro tiempo como queramos. ¿Qué lindo sería no? Feliz día.
Para concluir, buscando tips para esta columna, comparto las siguientes frases célebres respecto a la felicidad con consejos propios .
Aristóteles afirmaba, “la felicidad humana se basa en la autorrealización dentro de un colectivo humano, adquirida mediante el ejercicio de la virtud.” (No sea individualista).
Mahatma Gandhi habla que “la felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía.” (Congruencia, hay que ser y parecer).
Albert Einstein decía “una mesa, una silla, un plato de fruta y un violín, ¿qué más necesita el hombre para ser feliz.” (Disfrute de lo simple, no se compre el cuento del consumo)
Montesquieu, escritor y político francés afirmaba “queremos ser más felices que los demás y eso es dificilísimo porque siempre les imaginamos mucho más de lo son en realidad.” (No sea envidioso, no se compare)
Osho, “mi esfuerzo consiste en crear placidez no felicidad.” (Finalmente no se obsesione con el tema, viva)