Una vez más los jubilados y montepiadas de Chile estamos siendo víctimas de una discriminación inaceptable. El gobierno nos ha marginado en el proyecto de ley que beneficia con el bono de marzo por cuarenta mil pesos sólo a los trabajadores en actividad, incluyendo a aquellas familias cuyos ingresos alcanzan hasta un millón 370 mil pesos.
De esta manera se nos relega a la condición de personas de segunda categoría, ignorándose los problemas que nos afectan para subsistir.
La verdad que para el sector que represento, el prometido bono no hace más que aumentar el descontento hacia un gobierno que ha hecho oídos sordos a nuestras legítimas demandas.
De acuerdo a lo anunciado, los jubilados y montepiadas nuevamente somos marginados, provocándose un intolerable incumplimiento a la ley de no discriminación, cuestión que nos faculta, incluso, para llegar hasta los tribunales de Justicia.
De una vez por todas, es bueno que se reconozca el aporte que a lo largo de nuestra trayectoria laboral hemos realizado para la construcción del Chile de hoy.