19 dic 2011

Estoy cansado…

Esta es la respuesta que más frecuentemente he recibido, durante las últimas tres semanas, de parte de la gran mayoría de las personas a las cuales les he preguntado: ¿cómo estás?

Después de esta declaración, mi interlocutor agrega a modo de disculpa, “bueno, como todo el mundo no más a estas alturas del año”

Es cierto, y no estoy diciendo ninguna novedad, que por razones bastante lógicas, acumulamos en el último bimestre del año una serie de actividades que nos llenan la agenda muy rápidamente, sin piedad por la hora, ni por los fines de semana.

Sin embargo este año, a diferencia de otros, creo escuchar el “estoy cansado/a” de una forma distinta, percibiendo un dejo a tristeza, pena, frustración y sentimientos similares, que por supuesto provocan cansancio, pero que ciertamente lo trascienden.

Hemos tenido un año duro y muy particular como país. Vivimos la desgracia de un accidente aéreo desgarrador, hubo condenas para sacerdotes católicos que generaron mucha desilusión y desolación, vivimos permanentemente en medio de una inestabilidad de las economías que reconocíamos hasta ese momento dentro de las más estables del mundo, surgió un movimiento de indignados en países ricos desde jóvenes que dicen que el sistema de relacionarnos no da para más, en Chile se inició un gran debate por un sistema educacional que busca equidad y calidad, tuvimos una dolorosa y extensa huelga de hambre de personas mapuches, y supimos de escandalosos delitos cometidos por empresarios y altos ejecutivos motivados exclusivamente por el logro de beneficios económicos personales.

Sin duda que todos estos hechos han aumentado nuestra ya alta desconfianza en el otro, sabemos que ya no somos los mismos, pero no sabemos quienes somos, tenemos la certeza de que las movilizaciones sociales continuarán el próximo año, porque no las hemos abordado integralmente como país, y que el 2012 será muy probablemente tan movido como este año que termina.

Como si fuese poco, hace pocas semanas, un estudio de la universidad de Sussex nos enrostró que ya no somos un país de sólidas y extensas redes sociales, sino que somos altamente individualistas (segundo entre treinta y seis para ser precisos) y dentro de los países de la OCDE somos el más desigual.

Obviamente, estos tristes records, no sólo confirman o explican en parte lo que ha pasado este año en nuestro país, sino que nos dejan en muy mal pie respecto de la posibilidad de buscar confiada y gratuitamente en otra persona un apoyo, una oreja y un hombro, sobre el cual podamos decir “estoy cansado”, “estoy triste”, “estoy confundido” o “estoy desesperanzado”.

Nace un nuevo año, tiempo para mirarnos nuevamente y aprender de nosotros mismos, para darnos una nueva oportunidad.

Todavía nos podemos relacionar de una manera más sencilla, directa y espontánea. De nosotros depende.

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  • http://pulse.yahoo.com/_VIAPBEZASIMWRMJHC4HRJOMQW4 Hotdog Online

    En mi opinión, el tema pasa porque las personas que se metieron al sistema a buscar satisfacciones de tipo material (mejor casa, mejor auto, ropa cara, el último teléfono, etc.) no encontró lo que quería. Encontró que por más que tratara, siempre iba a haber algo mejor y que paso? Nos olvidamos de gozar con cosas sencillas, de sentarnos a conversar. La televisión nos estupidiza constantemente y la gente le compra, día tras día.
    Se nos olvido como viviamos antes, de manera sencilla. Nos reiamos de leseras y jugabamos mucho con los amigos. Hoy en día no se ven niños jugando en las calles. No se ve gente paseando, sólo por caminar. Se ven los malls llenos y niños en sus casas con el play station o facebook mostrando caras sexys y contando lo “vivos” que son.
    Me gustaban los años 80, sin “pinocho” por supuesto. No sé si tenemos vuelta atrás ya que depende de la gente misma volver a lo básico. Espero que podamos lograrlo.

    Un saludo

    Marco

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    En mi opinión, el tema pasa porque las personas que se metieron al sistema a buscar satisfacciones de tipo material (mejor casa, mejor auto, ropa cara, el último teléfono, etc.) no encontró lo que quería. Encontró que por más que tratara, siempre iba a haber algo mejor y que paso? Nos olvidamos de gozar con cosas sencillas, de sentarnos a conversar. La televisión nos estupidiza constantemente y la gente le compra, día tras día.
    Se nos olvido como viviamos antes, de manera sencilla. Nos reiamos de leseras y jugabamos mucho con los amigos. Hoy en día no se ven niños jugando en las calles. No se ve gente paseando, sólo por caminar. Se ven los malls llenos y niños en sus casas con el play station o facebook mostrando caras sexys y contando lo “vivos” que son.
    Me gustaban los años 80, sin “pinocho” por supuesto. No sé si tenemos vuelta atrás ya que depende de la gente misma volver a lo básico. Espero que podamos lograrlo.

    Un saludo

    Marco

  • http://twitter.com/acampillay ALICIA CAMPILLAY

    querido felipe

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    querido felipe

  • http://twitter.com/acampillay ALICIA CAMPILLAY

    Querido Felipe, comparto en la forma y el fondo sus tres comentario, solamente me gustaria agregar al “estoy cansado” quizas no se refieren a un cansancio fisico, aunque sea esta situacion que grafique lo que pasa con el alma de todos nosotros, buscamos muchas respuestas que no encontramos aunque tengamos una casa, un auto, una posicion social, laboral, deportiva, aunque creamos profundamente en una lucha, ya sea por dignidad, por reconocimiento de las minorias, respuestas que se buscan a la segregacion, discriminacion,, al no saber porque permitimos el egoismo, la ambicion, el abuso del poderoso al debil, la envidia, al confundir “el Ser” con “el Tener.
    Pareciera ser que competimos contra nosotros mismo, en una carrera desbocada ¿hacia adonde? lo que ganamos en esta competencia no nos sirve para sertirnos mas plenos, mas humanos, podemos en esta competencia sacar de nosotros los sentimientos, nobles, de amor, de esperanza, de solidaridad, de respeto.. pareciera que es ESTO lo que realmente nos cansa, en nuestras distintas etapas de nuestras vida, para no cansarnos deberiamos reconocer nuestra alma, nuestro sentimientos, nuestras emociones, nuestros valores

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    Querido Felipe, comparto en la forma y el fondo sus tres comentario, solamente me gustaria agregar al “estoy cansado” quizas no se refieren a un cansancio fisico, aunque sea esta situacion que grafique lo que pasa con el alma de todos nosotros, buscamos muchas respuestas que no encontramos aunque tengamos una casa, un auto, una posicion social, laboral, deportiva, aunque creamos profundamente en una lucha, ya sea por dignidad, por reconocimiento de las minorias, respuestas que se buscan a la segregacion, discriminacion,, al no saber porque permitimos el egoismo, la ambicion, el abuso del poderoso al debil, la envidia, al confundir “el Ser” con “el Tener.
    Pareciera ser que competimos contra nosotros mismo, en una carrera desbocada ¿hacia adonde? lo que ganamos en esta competencia no nos sirve para sertirnos mas plenos, mas humanos, podemos en esta competencia sacar de nosotros los sentimientos, nobles, de amor, de esperanza, de solidaridad, de respeto.. pareciera que es ESTO lo que realmente nos cansa, en nuestras distintas etapas de nuestras vida, para no cansarnos deberiamos reconocer nuestra alma, nuestro sentimientos, nuestras emociones, nuestros valores