Objeción de Contraloría o cómo introducir desconfianza y enlodar nuestro Plan Nacional de Inmunizaciones.
En su edición del viernes 7 de enero de 2016, en su página C14, un diario de circulación nacional, incluye un escalofriante titular: “Contraloría objeta vacuna ya administrada a 400 mil niñas”.Se trata de la vacuna contra el virus papiloma humano (VPH) llamada Gardasil®, producida por el laboratorio Merck, Sharp & Domme y administrada a partir de 2014 de manera gratuita a niñas de 4º y 5º básico.
Recordemos que el virus papiloma humano es el principal causante de cáncer cérvico−uterino, enfermedad que en 2013 causó en Chile la muerte de 560 mujeres (Minsal, 2013).
El dictamen de la Contraloría (099167N15), fechado el 16 de diciembre, objeta el esquema de dos dosis utilizado por el Plan Nacional de Inmunizaciones (PNI), debido a que la vacuna contaba con autorización para ser utilizada en Chile en un esquema de tres dosis.
La médica y diputada Karla Rubilar, quien denunció esta situación, declaró en el mismo periódico (sic) “el uso de un esquema posológico que no tiene sustento científico es la demostración del desmantelamiento del Programa Nacional de Inmunizaciones por parte del ministerio de Salud, que antes era motivo de orgullo para el país”.
Imagino a los cientos de padres y madres de niñas que recibieron esta vacuna en 2014 y 2015, así como de aquellas que les corresponde recibirla a futuro. No me extrañaría que en muchos de ellos hayan sentimientos de temor, desconfianza e incluso molestia contra el PNI. Ante tal escenario, me parece un deber aclarar los siguientes puntos.
1.- Desde un punto de vista estrictamente científico, existe evidencia científica que respalda el uso de un esquema de dos dosis de vacuna. Al respecto, el Strategic Advisory Group of Experts de la Organización Mundial de la Salud declaró lo siguiente (traducción personal): “Luego de una revisión de la evidencia demostrando que la concentración media de anticuerpos mostró ser no−inferior, y reconociendo las ventajas económicas y programáticas, la OMS ha cambiado su recomendación previa de una esquema de 3 dosis por uno de 2 dosis (…)”. (Weekly Epidemiological Record No. 43, 2014, 89, 465–492). Hoy en día, el esquema de dos dosis es utilizado por diferentes países en el mundo, por ejemplo, Canadá, Inglaterra, Francia y Dinamarca.
2.- El PNI no está “desmantelado”. Enlodar gratuitamente nuestro PNI puede tener consecuencias nefastas, pues contribuye a destruir la confianza que los padres y madres de Chile han depositado en las vacunas, reduciendo la cobertura de las mismas. Este hecho es gravísimo, pues mantener a nuestra población libre de numerosas enfermedades contagiosas depende críticamente de que un alto porcentaje de la población esté vacunada. Ejemplo de ello es el sarampión, enfermedad que requiere una cobertura de vacunación del 95%. Es triste constatar la realidad de países donde la confianza se ha trizado y sus coberturas de vacunación ha caído; en ellos han reemergido enfermedades antes erradicadas, con su cortejo de niños secuelados y muertos.
3.- El PNI es motivo de orgullo para nuestro país. Como especialista en Pediatría y Salud Pública puedo afirmar que las vacunas administradas por nuestro PNI son efectivas y seguras, y han sido responsables de la erradicación y control de numerosas enfermedades otrora secuelantes y letales (ej. poliomielitis, sarampión).
Nuestro calendario de vacunación 2015 incluye vacunas contra 14 agentes infecciosos, y en forma permanente se incorporan nuevas vacunas, así como se introducen nuevas formulaciones más efectivas y seguras.
La existencia del Comité Asesor en Vacunas y Estrategias de Inmunización (CAVEI) y del Comité Consultivo de Inmunizaciones de la Sociedad Chilena de Infectología ha permitido a la autoridad sanitaria tomar decisiones basadas en la mejor evidencia científica disponible, así como mantener un permanente escrutinio sobre la idoneidad de las decisiones tomadas. Quiero destacar el hecho de que nuestro PNI es un potente promotor de la equidad en salud en Chile, por cuanto garantiza la administración de vacunas gratuitas a todos los niños de Chile, sin ningún tipo de exclusión.
Finalizo con un mensaje para los padres y madres de niñas vacunadas en 2014 y 2015: pueden estar tranquilos, pues sus hijas han recibido una vacuna efectiva y segura, siguiendo un esquema de dos dosis plenamente avalado por la comunidad científica.
Confíen en nuestro Plan Nacional de Inmunizaciones, el cual durante décadas ha luchado por mejorar la salud de nuestros niños.