Mirar una puesta de sol, caminar bajo la lluvia, recorrer un sendero por el bosque, son solo algunos ejemplos de momentos placenteros, a su vez nuestra poeta chilena Gabriela Mistral, también nos sitúa en un bello sentido de placer en su poema “El placer de servir” en el que se desprende un profundo mensaje, a mi entender, de autorrealización, simpleza y felicidad que implican la noción de sentirse útil.
En la primera estrofa hace alusión a la naturaleza en donde cada elemento es útil y cumple su función. También lo insta a uno a ser colaborador, tomar acciones en beneficio de otros y de uno mismo.
En la segunda estrofa, y aquí me detengo, no solo identifica las alegrías que uno puede sentir, sino que las compara con el real sentido de placer que entrega el poder servir. Esto sugiere una felicidad más permanente basada en el Amor, lo que conlleva respeto hacia uno mismo y autoprotección en el sentido de evitar situaciones que puedan ir en desmedro de tu salud y bienestar.
En el caso de que fueras una de esas personas que se siente atraída a probar y experimentar sensaciones nuevas, siempre será bueno considerar lo que contribuya a tu salud de manera permanente, no así como lo es el caso de la marihuana u otras drogas, incluso porque hay estudios que indican serias consecuencias en la salud por su consumo.
No fue fácil para Delma Muñoz de México, cuyo hijo por años consumió y degeneró su carácter debido a la ingesta de drogas. Sin embargo, como madre no dejó de pensar en las cosas buenas y bellas de él, o sea en su identidad espiritual. Esa forma de pensar le ayudó, pues al cabo de un tiempo el hijo se sanó por completo de su dependencia a las drogas, y por años permanece bien.
He comprobado que mientras uno más se identifica con buenas cualidades, cultiva habilidades y desecha aquello que pueda estar entorpeciendo el camino hacia una vida más plena, aumenta el poder de decisión y además se desarrolla el valor y la fuerza para no depender de placeres perjudiciales a la salud, como el alcohol, cigarrillo y drogas.
El impulso de sentirse bien, disfrutar de la vida, poseer los encantos y habilidades que llevan al éxito debieran centrarse hoy en el placer de ser útil, de amar y desear todo aquello que enaltece y es duradero.