En un año en donde la nutrición y la alimentación saludable han sido temas contingentes, es necesario preguntarnos para el Día Mundial de la Alimentación, que se celebró este 16 de octubre, si como país vamos por un buen camino. Primero debemos analizar nuestra realidad. Según la última Encuesta Nacional de Salud, el 67% de los chilenos tiene exceso de peso.
En el caso de los más pequeños, según el estudio “Panorama de la Inseguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe”, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), los niños chilenos son los segundos más obesos de la región y esto es en gran parte por el exceso de azúcar y alimentos procesados.
A pesar de lo anterior, el panorama no es tan negativo, al menos en Chile. Según el estudio “Dulce Chile”, realizado por e-press research, un 37% de los chilenos sigue consumiendo azúcar, un porcentaje bajo si consideramos que 7 de cada 10 familias consume endulzante en sus hogares. El problema es que muchos alimentos que tienen azúcar añadida pasan desapercibidos y pocos lo saben, el consumidor no lee las etiquetas normalmente –un 53% de los encuestados no lo hace- y si la lee, pocas veces las entiende.
Por esto, es fundamental educar a los consumidores, que todos los actores de la industria alimentaria nos hagamos responsables de este escenario y que no nos conformemos hasta ver que la población es consciente con sus hábitos de nutrición y salud.
Esta semana, por ejemplo, se hizo conocido el caso de Sacha Harland, un holandés que dejó de consumir azúcar y alcohol durante un mes. El testimonio deja mucho en qué pensar, considerando que aseguró que su reacción corporal y anímica se asemejaba enormemente a la de una persona que deja de consumir drogas. Recién en el día 25 de su experimento, su cuerpo dejó de pedirle azúcar. Bajó 4 kilos, su presión sanguínea disminuyó de 135 a 125, el colesterol cayó un 8% y obviamente, decidió seguir con este estilo de vida al ver el cambio drástico en su energía y estado de salud.
La cantidad de azúcar que necesita el cuerpo para funcionar se obtiene de los trigos y frutas, así que la sensación de “necesitar algo dulce” se puede responder perfectamente con alimentos frescos y sanos.
Si se sigue sintiendo ese pedido del cuerpo, entonces es el momento perfecto para hacer un cambio de hábitos o una visita al doctor, porque podría significar que ya no es una necesidad, sino un antecedente de un problema más grande.
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Sacarina . Edulcorante sin calorías, descubierto en 1879, usado comercialmente para endulzar alimentos y bebidas desde comienzos de siglo. Su uso se incrementó considerablemente durante las dos Guerras Mundiales debido a la escasez de azúcar. Dulzor relativo, de 300 a 500 veces más dulce que la sacarosa (azúcar). Su ingesta diaria admisible es de 0 – 5 mg por kilo (kg) de peso por día, lo cual se traduce en 350 mg. para una persona adulta de 70 kg. Esta es la cantidad de sacarina que se añade a dos litros de refresco carbónico. El inconveniente que presenta para muchas personas es que, al tomarla, deja un gusto residual amargo.
Stevia. Rebaudiana Beroni o “Hierba dulce” es una planta arbustiva originaria del noroeste de Paraguay. Sus hojas poseen buen sabor, un poder edulcorante y han sido utilizadas por los indios guaraníes desde los tiempos pre-colombinos para endulzar los alimentos. Sin embargo, no fue sino hasta 1887 cuando el científico americano Anthony Bertoni la descubrió. Dulzor relativo, 15 veces mayor al del azúcar (sacarosa) y el extracto es de 100 a 300 veces más dulce. Ingesta diaria admisible, es de 0 – 4 mg por kilo (kg) de peso por día, lo cual se traduce en 240 mg. para una persona adulta de 60 kg.
La sucralosa se descubrió en 1976 en Europa. Se fabrica por halogenación selectiva, proceso químico mediante el cual se adicionan uno o varios átomos de elementos del grupo 17 de la tabla periódica -Flúor, Cromo, Cloro, Yodo, Bromo, Ástato, a una molécula orgánica de sacarosa-, reemplazando los tres grupos hidroxilo de la molécula; es aproximadamente 600 veces más dulce que la sacarosa (azúcar común), casi el doble que la sacarina y 3,3 veces más que el aspartamo. La Ingesta diaria Admisible (IDA) es de 0 – 15 mg por kilo (kg) de peso por día, lo cual se traduce en 900 mg. para una persona adulta de 60 kg.
Aspartame, edulcorante no calórico. Es un polvo blanco, cristalino, sin olor, que se deriva de dos aminoácidos: el ácido aspártico y la fenilalanina y aproximadamente 200 veces más dulce que el azúcar. La Ingesta diaria Admisible (IDA) es de 0 – 40 mg por kilo (kg) de peso por día, lo cual se traduce en 2.400 mg. para una persona adulta de 60 kg.