Recientemente, la revista British Medical Journal llevó como editorial la “Crítica al sistema de trabajo de los médicos”, del Dr. John Dean. Este cardiólogo británico, en síntesis, propone que los médicos trabajen en el sistema público o en el privado de salud, pero no en ambos, ya que hacerlo, constituiría, a lo menos, un conflicto de interés.
La crítica del Dr. Dean es provocativa para los médicos que ejercemos la medicina en Chile, donde hace décadas el ejercicio profesional es libre y la mayoría de los médicos trabajan indistintamente en el sector público y privado, lo que acomoda a las personas que acuden a ambos sistemas, en especial los beneficiarios del sistema público, a través de la modalidad de libre elección.
A continuación fundamento por qué no comparto las apreciaciones del Dr. Dean.
En primer lugar, hay una marcada diferencia entre el modelo de salud británico y el chileno en cuanto cobertura y oferta de servicios que es fundamentalmente estatal y con un fuerte énfasis en la atención primaria y medicina familiar. El Sistema Nacional de Salud del Reino Unido -creado por el gobierno laborista en 1948- se divide en servicios hospitalarios, de salud comunitaria y médicos generales, que ejercen una función de puerta de entrada.
En segundo lugar, el Dr. Dean -que dejó la práctica privada- menciona que sintió no poder continuar en ella “porque estaba involucrado en un negocio” y en tal sentido, esto se contrapone con la práctica de la medicina “pues se alienta al médico a decidir sobre la base de la ganancia en lugar de la necesidad”.
Este punto es especialmente cuestionable por encontrarse en las fronteras de una práctica médica falta de ética, mandato para la profesión médica sin distinción del sector donde trabajan.Más grave aún, el Dr. Dean deja entrever que los incentivos para ejercer su práctica eran francamente perversos al obtener comisiones agregadas por la indicación de un tratamiento versus otro. Si tal situación es real, está en el borde de un ejercicio profesional delictivo.
Dice el Dr. Dean que la práctica privada “se ejerce en solitario”, “no existiendo el apoyo de un equipo, que sí hay en un hospital público”, convirtiéndose los colegas del sistema privado en “competidores”. Esta afirmación debe obedecer a una experiencia muy particular del Dr. Dean, puesto que el trabajo en equipo es innato al trabajo en salud y no está vedado en un centro de salud por el sólo hecho de no ser de propiedad estatal.
También hace referencia a la calidad de la medicina, la cual según él es sólo una promesa detrás de la máscara de la mejor hotelería que se ofrece en el sector privado y, finalmente, el colega Dean invita a los médicos a ejercer sólo en un sistema, dada la disonancia de ejercer en ambos, haciendo un llamado a normar la actividad sanitaria.
No queda claro el problema, el dilema ¿es trabajar en ambos sistemas simultáneamente? ¿o desempeñarse en el sistema privado?
En Chile, la práctica médica y los prestadores institucionales privados están cada vez más regulados, debiendo responder a los mismos stándares de calidad que el sector público, distinguiéndose los prestadores privados por ser pioneros en someterse a rigurosos procesos de acreditación, seguidos por los establecimientos públicos de los que hay una importante rémora para ello.
Relevante es el control social ejercido por colectividades de pacientes y familiares quienes han posicionado sus posturas, robustecidos por las leyes de derechos y deberes y de garantías explícitas.
Los hospitales o clínicas privadas están cada vez más institucionalizados, organizados según los clásicos y virtuosos patrones del sistema público y han desarrollado los campos de docencia, haciéndose cargo de cohortes de estudiantes de diversas carreras de la salud, exigiendo a sus integrantes, especialmente de la profesión médica, estrictos estándares para dar cabida a la enseñanza y al buen testimonio de prácticas ejemplares.
Entonces, ¿cabe esta crítica amarga del Dr. Dean?
O mejor lo invitamos a Chile a ver si cambia de opinión.
* El editorial de BMJ fue comentado en una nota periodística, en la edición del 06 de mayo de 2015 de El Mercurio.