Con un grupo de académicos, de representantes de organizaciones que trabajan en cáncer y de miembros de diversos niveles de autoridad sanitaria, hemos iniciado el proceso de construir participativamente una estrategia nacional de cáncer para Chile: el Foro Nacional de Cáncer.
Nos asiste la certeza que estamos dando partida a un esfuerzo grande y necesario, amplio y productivo, destinado a sentar las bases de un enfrentamiento innovador de esta enfermedad que llamamos cáncer, cuya palabra misma nos provoca sensaciones encontradas, recuerdos dolorosos pero que a la vez despierta voluntades y compromisos como pocas palabras en esta época de individualismo y egoísmo que vivimos.
Llevamos varios meses pensando en cómo es posible sumar conciencias y personas para elaborar un proyecto de vasto alcance que levante la necesidad de tener una actitud colectiva, solidaria y preventiva frente a este problema, sin duda la epidemia del Siglo XXI.
Como antecedente conocido, es bueno recordar que en Chile más de 20.000 muertes ocurren anualmente por cáncer, que en los hombres aquellos diagnósticos que concentran mayor mortalidad corresponden al de estómago (30 por 100.000 habitantes), próstata (24,6 por 100.000) y pulmón (21,3 por 100.000).
Por su parte, en las mujeres se dan con mayor frecuencia el cáncer de vesícula y vías biliares (15 muertes por 100.000 habitantes), de mama (12,6 por 100.000) y de estómago (11 por 100.000)
¿Cómo pretendemos hacer funcionar este Foro?
Digamos que el modelo clásico de construcción de políticas y reformas, el de las Comisiones de Alto Nivel, sigue siendo válido pero en un tema tan multifacético y cultural como el que nos preocupa claramente no sirve, ya que se necesita garantizar la máxima amplitud, participación e inclusión.
En conversaciones con las autoridades de salud pública, compartimos la idea de que para este asunto era mejor intentar establecer un Foro que garantizara la mayor cantidad de información e ideas posibles, a la vez que facilitara una alta probabilidad de aplicación de las propuestas que del mismo nazcan.
Las llamadas Políticas de Estado, además de su calidad y plausibilidad técnica, necesitan la legitimidad que nace del compartir sus premisas y propuestas.
Conozco bien el origen y establecimiento de las políticas de salud para la madre y el niño que lograron un valorado impacto en las caídas espectaculares en la mortalidad materno infantil en nuestro país y el aumento en su calidad de vida posterior. Allí fue un grupo de expertos visionarios y comprometidos socialmente, que se instalaron en un distrito de Santiago a investigar, conocer los determinantes y ensayar fórmulas de solución que resultaron exitosas. Una vez obtenida esa conclusión se tomaron virtualmente el poder sanitario de la época y escalaron sus estrategias con el éxito conocido.
Nuestra propuesta, inspirada en anteriores construcciones de política de salud sin embargo es distinta pues aborda un asunto mucho más complejo y de raíces menos conocidas.
La fase inicial será más parecida a un Vuelo Nocturno como el de Saint Exupery en el que sabemos dónde queremos llegar pero ignoramos muchos detalles de nuestra ruta. Esperamos tener un “Caos Creativo” en el cual escucharemos, investigaremos aspectos desconocidos pero indispensables para hacer nuestra hoja de ruta y pensar en estrategias y soluciones.
Mirar todos los aspectos del problema
En todos los componentes que estaremos revisando en el curso de estos dos años de funcionamiento, incluiremos algunos que todos saben que son importantes pero no se analizan.
Por ejemplo, el componente espiritual y ético en el abordaje del cáncer como desafío para las personas, las familias y la sociedad. Para ello hemos convocado a organizaciones solidarias que ejemplifican esta necesidad y a representantes de iglesias que tienen mensajes para ello.
Hemos iniciado estudios sobre la economía del cáncer, cuánto cuesta la enfermedad al país y a las personas, sobre las percepciones sociales del cáncer y el nivel de conocimiento o ignorancia del mismo, investigaremos y haremos verificaciones acerca de las evidentes inequidades entre grupos, géneros, etnias, entre otras variables.
Es importante destacar que, por vocación y misión, no descuidaremos los aspectos sociales del cáncer. Conocer su distribución por grupos de acuerdo a niveles de desigualdad será importante y para ello esperamos la cooperación de todos quienes se interesen en las políticas sociales pues este tema no sólo es un asunto de salud.
Entre todos y todas, queremos identificar las buenas prácticas para confrontar esta enfermedad en términos asociativos y preventivos, y ayudar a que se difundan, así como también conocer y estudiar las malas prácticas, su génesis y su impacto en la salud de nuestros compatriotas.
Apoyos comprometidos, apoyos necesarios
Para organizarnos contamos con el apoyo de nuestra universidad, del ministerio de Salud, de las organizaciones científicas y solidarias, de las empresas del sector privado, de las personas que han sufrido o están sufriendo el problema, de todos quienes tengan algo que decir.
He podido comprobar que en cáncer, la disposición a colaborar es muy grande, gratuitamente, graciosamente. Mucho de nuestro esfuerzo está siendo construido sobre la base de aportes voluntarios que se agradecen.
Este es un proceso inédito, hasta donde llega mi conocimiento de elaboración de una estrategia de salud pública. Mucho va a depender de nosotros, de todos los miembros de los Nodos que componen esta Red de colaboración, pero también requerimos de nuestra sociedad, de sus autoridades, de sus personas importantes y de aquellos seres modestos o marginales, igualmente grandes cuando se trata de la salud y la vida.
Un producto importante de este Foro Nacional de Cáncer será el de la esperanza y la voluntad de que es posible revertir la tendencia del daño de esta enfermedad si hacemos las cosas bien y si una estrategia así construida se logra encarnar en la población.
La promesa de valor que construyamos juntos nos llevará a una sociedad dispuesta a prevenir, bajar el uso del tabaco por ejemplo, a estar atentos a las acciones de diagnóstico temprano y tratamiento oportuno. A tomarnos en serio el desafío sabiendo que tenemos mucho que hacer.
Tenemos la certeza de que alcanzaremos estos objetivos, ellos serán logrados a través de un compromiso sólido y generoso con el Foro Nacional de Cáncer, una iniciativa estratégica para Chile y su gente.