Para nuestro país resultó impactante la semana pasada la noticia de las gemelas recién nacidas que fueron abandonadas en un auto en desuso.
Vimos a 2 niñas indefensas y desprotegidas, pero sobre todo, que no estaban recibiendo los cuidados que todo niño necesita en sus primeras horas de vida, lo que le asegura su vida futura, tanto en su salud física como en su salud mental.
Ante esta realidad es propio que a las personas, les surjan preguntas tales como ¿Por qué suceden estas cosas? ¿Por qué se llegan a dar este tipo de situaciones? ¿Qué puede haberle sucedido a la madre para llegar a abandonar a sus hijas?
Para quienes hemos trabajado durante muchos años con maternidad en conflicto, no es difícil comprender lo que realmente sucedió con el abandono de las niñas Daniela y Claudia.
Existe en nuestro país una realidad en que muchas mujeres, adultas o adolescentes, se embarazan sin estar preparadas para ejercer la maternidad en ese momento de su vida, por ello hablamos de Mujer en Conflicto con su embarazo.
Son pocas las que se atreven a manifestar sus sentimientos, ya que la sanción social a que se exponen es demasiado grande.
Esto las lleva a mantener un embarazo oculto, a vivirlo en soledad y sin apoyo y en algunos casos, llegar a situaciones tan extremas como las que hemos sido testigo en el caso de las pequeñas lactantes.
En realidad, las preguntas que debieramos hacernos son: ¿Qué estamos haciendo como sociedad para prevenir estas situaciones? O ¿de qué manera las políticas públicas dan respuesta a situaciones tan complejas como estas?
Muchas de estas mujeres realmente no saben qué hacer y no tienen cómo discernir sobre este proceso, tanto por falta de información, por miedo, como por falta de redes de apoyo.
Es por ello que existen mecanismos de ayuda para evitar este tipo de situaciones, como la línea abierta de atención a mamás que ofrece el Sename o el programa “Mujer en Conflicto con su Embarazo”, de la Fundación Chilena de la Adopción, donde ayudamos y recibimos a todas las mujeres que perciben que podrán tener problemas con su hijo que está por nacer.
En ese proceso, lo vital es ayudarlas -junto a un grupo de profesionales- a discernir sobre el futuro de ese niño por nacer, brindándoles apoyo sicológico, legal y por sobre todo dándoles contención emocional con miras a buscar una solución a su problemática, ya sea para que ellas mismas busquen las alternativas que les permita asumir al hijo que esperan o a prepararse para la entrega del recién nacido en forma protegida, para que pueda ser incorporado a una familia adoptiva, ayudando a estas mujeres a enfrentar el desapego de su hijo.
Un 70% de las mujeres que accede al programa “Mujer en Conflicto con su Embarazo” decide continuar con su proceso de ser madre.
Al 30% restante que siente que no podrá criar ese niño que viene en camino, se las acompaña en esta difícil y dolorosa decisión, que principalmente está enfocada en el bien que se le puede dar a ese niño.
Esto, probablemente, no resuelva las dudas respecto a las preguntas y miedos que pasó la madre de las gemelas, que en un intento desesperado y sin recursos tuvo un parto natural y abandonó a las pequeñas. Pero sin duda abre un espacio de acogida a todas las madres que se ven enfrentadas a situaciones desesperadas como la que aquí hemos visto.
Tenemos que pensar en nuestros niños y realmente hacer propio el dicho “son el futuro de Chile”.
Es fundamental para que un pequeño se desarrolle armónica y sanamente, contar con una familia que lo proteja y quiera, una familia donde pueda desarrollar los vínculos de apego que le permitirán a futuro víncularse con otros en forma adecuada.
Es por ello que es bueno que cuando se trate de un embarazo no deseado o donde exista una situación de conflicto con la maternidad, sepamos que hay instancias de apoyo y acogida, tanto para las madres como para los niños.