En los últimos días hemos asistido a un nuevo intento de distorsionar la realidad, con el fin de obtener pequeños réditos políticos, tratando de interpretar el cumplimiento irrestricto de la ley como una señal de falta de apoyo de nuestra administración al movimiento nacional de los profesores. Nada más alejado de la realidad.
Como se sabe, uno es lo que hace… no solo lo que dice y un vistazo comparativo de las demandas de los profesores con los avances materializados en nuestra comuna, en este sentido, resultará mucho más elocuente que las voces afiebradas que pretenden mostrar a un PC incoherente, dividido o alejado de un movimiento, del que ha sido, durante décadas, uno de sus principales sostenedores.
En este sentido cabe destacar que mientras la dirección de los establecimientos educacionales no parece ser un tema relevante en las demandas que hoy se discuten, en los colegios y liceos de Recoleta, existe cogobierno estudiantil, docente y paradocente, materializado en Directorios Colegiados que llevan ya más de un año de funcionamiento.
También resulta relevante mencionar que mientras el Colegio de Profesores exige contratos que incorporen un 65% de horas lectivas, más un 35% de horas de libre disposición de los profesores, Recoleta posee hace ya más de un año, contratos en donde esta relación es 50/50, en todos los colegios de básica.
Como si fuera poco, todos los profesores tutores, que representan la superación de los antiguos profesores Jefes, poseen contratos en donde solo un 30% del total de las horas contratadas son lectivas y el resto están destinadas a atender a Padres y Apoderados, Estudiantes y Profesores, apoyados por un Centro de Atención Tutorial Integral (CATI), compuesto por profesionales multidisciplinarios que apoyan la labor docente y la tutorial.
También existen co-docentes de aula, en todos los cursos de más de 30 estudiantes, lo que ha permitido personalizar aún más el proceso de desarrollo de nuestros estudiantes, acrecentando de manera significativa la relación maestro-estudiante-comunidad educativa.
Esto ha permitido construir proyectos educativos y manuales de convivencia elaborados en el corazón de la comunidad y aprobados por los Directorios Colegiados, lo que ha mejorado significativamente el clima y la convivencia en todas nuestras unidades educativas.
Como si fuera poco, hemos aumentado las horas de educación extraescolar impulsando el desarrollo del deporte, la cultura, la ciencia y la tecnología, desarrollado además y de manera exitosa el programa de Escuelas Abiertas, que mantiene nuestros establecimientos abiertos a la comunidad después de las horas de clases, hasta las 22:00 hrs en días hábiles y entre las 9:00 y las 22:00 hrs los fines de semana, para que la comunidad desarrolle actividades deportivas, culturales y recreativas en un marco de seguridad sin precedentes en nuestra comuna.
Todo lo anterior nos ha permitido que más de 35.000 personas al año pasen por nuestras escuelas y liceos fuera de las horas de clases, transformando nuestras escuelas y liceos en Centros de Desarrollo Social y Cultural, lo que las ha reinstalado en el corazón de la comunidad y obteniendo como resultado un aumento de más del 50% en las matrículas municipales, en los últimos dos años.
Esto demuestra, no con discursos incendiarios ni con descalificaciones malintencionadas, que Recoleta hace rato que está comprometida con el mejoramiento de la calidad de la educación y que apoyamos de manera concreta y efectiva a nuestros profesores que, además, han visto aumentar sus salarios de acuerdo con el cumplimiento de las metas previamente establecidas.
En este contexto quiero agradecer públicamente las muestras de apoyo de nuestros dirigentes vecinales y de la mayoría de los profesores de nuestra comuna, que entendiendo la dramática contradicción entre ser parte y apoyar un movimiento nacional por la dignificación de la carrera docente y actuando en consecuencia, al mismo tiempo, han comprendido también que nos vemos en la obligación de dar cabal cumplimiento a la ley para proteger nuestros logros, por una parte y para evitar ser acusados de notable abandono de deberes por los enemigos de la educación pública, por otra.
Un último detalle, todo lo logrado ha significado un aporte adicional por parte de nuestra administración, de casi dos mil millones de pesos, por lo que resulta evidente y comprensible que la pérdida de ingresos y/o matrículas, no puede dejarnos indiferentes.
No obstante, puedo asegurar que haremos lo posible por evitar descuentos, considerando el conjunto de herramientas legales que nos permitan aquello, pero que pasado el límite de las mismas, no nos quedará otra que cumplir la ley.