En el año 2013, un grupo de prácticos nacionales dio la primera voz de alerta respecto a que la altura consignada en el proyecto del Puente Chacao podría impedir el paso de cruceros de grandes dimensiones que cubren el circuito patagónico.
En esa oportunidad, siendo candidato al senado, planteé con claridad que dicho impedimento afectaría de manera notoria a Puerto Montt, uno de los principales puertos del sur del país, que en los últimos 15 años ha visto florecer el desarrollo del turismo marítimo.
Hace pocos días, la denuncia fue ratificada por el capitán holandés Wouter Van Hoogdalem, capitán del Crucero Zaandam, que cerró la reciente temporada de cruceros por la Patagonia.
Los datos son claros. Un 30% de los actuales cruceros que realizan el circuito patagónico requerirán de más altura que la establecida en el proyecto para cruzar el canal.
Las tendencias en construcción naval apuntan a desarrollo de naves cada vez más grandes y la mayor demanda por recorrer las costas del sur austral impone también a las empresas la necesidad de destinar buques de gran calado para cubrir esta ruta.
Por tanto, el que se espera sea el mayor puente de Sudamérica no puede convertirse, al mismo tiempo, en la mayor barrera turística para los cruceros.
La licitación para la construcción de esta mega obra realizada durante la administración de Sebastián Piñera priorizó el impacto comunicacional por sobre el futuro marítimo y turístico de la zona. Ello explica que no se prestara la debida atención a los requerimientos de la industria de cruceros.
Afortunadamente, aún hay tiempo para enmendar la omisión y buscar una solución que, por cierto, no va a resultar barata, pero que requiere del mayor esfuerzo por parte del ministerio de Obras Públicas.
No podemos permitirnos el lujo de convertir Chacao en un nuevo Puente Cau Cau, donde por acelerar los procesos para el lucimiento del ex Presidente Piñera las cosas se hicieron mal.
Lo mismo ocurrió con varios hospitales a lo largo de todo el país que fueron inaugurados y puestos en funcionamiento de manera parcial, como sucedió con el centro asistencial de Puerto Montt, donde recién en estos días se está licitando la construcción de un jardín infantil para atender los requerimientos de los funcionarios.
Mi compromiso es el de realizar todas las gestiones necesarias ante las autoridades del MOP para resolver la diferencia en la altura consignada en el proyecto del Puente Chacao, que afectaría el ingreso de cruceros de gran calado al puerto de la capital regional.