Con sorpresa y satisfacción, los trabajadores de Metro recibimos la noticia sobre el envío, por parte del ministerio de Transporte, del Proyecto de Ley que modifica la Ley de Metro S.A., con la intención de agregar a su giro original la condición de operador de buses de superficie.
Si bien es valorable el proyecto enviado por el gobierno, resulta necesario ver este momento como una oportunidad para concretar nuevos cambios en la empresa Metro que posibiliten su crecimiento, así como la recuperación de la confianza de la ciudadanía en su operación.
Hace dos años, en el 1er seminario de transporte público que organizó la Federación de Sindicatos de Metro, los trabajadores establecimos la pertinencia de concebir al transporte público como un derecho y un servicio esencial para la vida de los chilenos.
Esto implica, también, abordar con seriedad la discusión de fondo que es la definición del status y rol de Metro como empresa pública. ¿Se optará por la capitalización pública en los marcos actuales, o recurriremos a concesiones privadas para su desarrollo?
Teniendo como referencia la experiencia comparada, y la opinión de diversos expertos, sería un grave error privatizar a Metro vía concesión. De esta definición depende que se avance hacia la recuperación de una empresa pública que satisfaga el derecho esencial del transporte para la vida de quienes habitan la Región Metropolitana.
Y en este escenario se debiera asegurar, al igual que a otras empresas públicas de similar importancia, la representación de los trabajadores en su directorio. Las empresas públicas pueden marcar la pauta con gestión basada en relaciones laborales sanas y planteamientos de objetivos estratégicos comunes entre la administración y sus trabajadores.
La incorporación de un representante en las instancias directivas decisionales, permitirá elevar aún más los estándares de la empresa, y anticipar episodios de falla como los sucedidos el año 2014 con la concurrencia de los trabajadores que son los que mejor conocen la operación.
Por último, este proyecto de ley o los que vengan, no pueden dejar de tomar en cuenta la alta tasa de subcontratación en Metro que, en los hechos, como dijo el columnista Carlos Peña, se está privatizando la empresa.
Cabe decir que en Metro dos de cada tres trabajadores es subcontratado, especialmente en áreas como la seguridad, la asistencia al cliente de andenes y las boleterías. Este hecho da como resultado que trabajadoras y trabajadores “tercerizados” tengan condiciones de trabajo de muchísima menor calidad que los trabajadores de planta, ya que los dueños de esas empresa optimizan costos y aumentan los márgenes de utilidad, por sobre la capacitación y seguridad de sus trabajadores.
Son aspectos invisibles para los usuarios, pero que afectan la calidad de servicio que se brinda.