No sólo Penta, antes MOP-Gate, Cascadas, SQM, colusiones varias, farmacias, pollos, aranceles profesionales, La Polar, Dávalos, conflictos de interés generalizados entre la industria y los profesionales, coimas, sobornos, acosos sexuales y laborales, chantajes, venta de Chile particularmente de las empresas estatales, los caminos, las aguas, los servicios, las costas para pesca, nepotismo hasta en las becas de especialidades médicas, filtraciones de preguntas de las pruebas nacionales, no-emisión o no exigencia de boletas etc., etc., etc.
No es una crisis, es la forma habitual de ser de un país que reemplazó una ética profesional de corte helénico-judeo-cristiano-occidental equitativa y solidaria por una ética pseudo (falsa) liberal o neoliberal, que si optimiza el lucro monetario es bueno y si no es malo. En la falsedad estuvo el talón de Aquiles.
Es falsa neoliberal porque Chile desde su fundación estuvo en manos de una oligarquía ramplona, con poca imaginación, con una sed de ganancias monetarias y de manejo de poder insaciable. Esta oligarquía, además, se ha mantenido cruzándose hasta donde ha podido con los inmigrantes caucásicos exitosos y ha huido de las mezclas con indios y negros (en 1750 cerca de un 10% de la población chilena era africana).
Se consolidó un gueto socio-etno-económico-cultural, con cultura europeizante o estadounidennse. Por otra parte se consolidó el peonaje, inquilinaje, trabajador manual, artesanal, obrero, empleado con mezcla de hasta 50% de amerindio y cerca de 5% de negro, con la cultura amerindia aprendida de la madre amerindia con privación cultural, monetaria, de poder, de redes sociales.
En medio una clase media con 20% de mezcla amerindia y 3% africana, constituida por los profesionales que trajo el progreso educacional de fines del siglo XIX y XX pero cuya posición en general fue la del capataz, intermediario favorable al estrato alto, el funcionario público y uno que otro se configuró como líder de movimientos “revolucionarios” formados por esta clase media más libertaria.
Los grandes esfuerzos por hacer de Chile una República, liberada de esa oligarquía fracasaron. O’Higgins fue obligado a abdicar y retirarse al Perú, desde donde nunca la oligarquía lo trajo. Muere y no quiere ser enterrado con los atuendos presidenciales o militares como le correspondía sino con un humilde sayal de hermano pobre franciscano.
Balmaceda, siendo aristócrata quiere poner el salitre al servicio del país, pero la oligarquía se alía con los capitales ingleses y desde el Norte le da un golpe militar y lo obligan a suicidarse en la Embajada Argentina. Allende quiere hacer lo mismo terminar las nacionalizaciones, reforma agraria, revolución en libertad, iniciadas por Frei Montalva, la oligarquía se alía con la CIA y USA y las fuerzas armadas chilenas y le dan un Golpe Militar obligándolo a suicidarse en La Moneda.
La oligarquía chilena miró a Chile como su fundo en el cual hacía y deshacía incluido el derecho a pernada (posesión sexual de las mujeres del fundo, actualmente chantaje sexual laboral). Esto se debe a que deriva del conservadurismo católico español donde no hubo reforma religiosa, ni tecnológica, ni social (como la Revolución Francesa). Entonces, Chile se convirtió en una colonia feudal hasta la fecha. Si se examinan las relaciones de poder empresario-trabajador están más cerca de ese sistema que de un capitalismo contemporáneo. Pueyrredón le recomienda a San Martín que no se haga cargo de Chile porque esta es una colonia gobernada por una aristocracia sin contrapeso popular que no ha salido del feudalismo.
Esta oligarquía emprende la aniquilación de la Unidad Popular y fuerzas progresistas con cerca de 3.000 detenidos desaparecidos, 30.000 exonerados, torturados, vejados, humillados, 300.000 exiliados para que no haya ningún poder que se oponga al robo o expropiación de bienes que tanto sudor y lágrimas le habían costado al pueblo de Chile, durante varios siglos.
Caminos, puentes, cientos de empresas del Estado, servicios varios, aguas, fundos reformados pasados a manos de los campesinos; ahora vuelven a sus manos en “revancha”, el aniquilamiento para cobrar “botín de guerra”. Destrucción de los Sistema de Salud y de Educación para construir el mercado lucrativo educacional y de las empresas de Salud. Destrucción de todo poder que pudiese impedir el apoderamiento y lucro pecuniario sin límites de la inversión empresarial.
Un poder que no podían destruir era el ético que nace del control ético de la actividad profesional y de los oficios, es decir la ética profesional y de oficios en Chile. El neoliberalismo Friedmaniano plantea que la única ética de la empresa es la optimización de la ganancia, toda otra ética competitiva con esta debe desaparecer.
La ocurrencia macabra estaba en las manos de la Dictadura Militar, prohibir la aplicación de toda ética en Chile impidiendo la tuición ética profesional de los Colegios Profesionales.Pero así sonaba macabro, entonces los ideólogos fueron arteros, protervos, e idearon algo que no sonaba tan macabro pero era mucho peor, transformaron los colegios profesionales en meras asociaciones gremiales sin tuición ética de profesiones y oficios.
Chile es el único país del mundo y es posible que en toda la historia de la humanidad que ha prohibido la Ética por la Constitución y las leyes. Un contador le habría dicho a los Pentaicos (o coludidos, o La-Poláricos o etc.) que no puede emitir boletas falsas, o repactar la deuda sin consentimiento del deudor, porque no podría seguir ejerciendo su profesión en Chile. Pero en este caso, al no haber ética por ley, el que tendría que haberse ido de la empresa era el contador ético. En Chile la ética profesional se ha reemplazado por la anti-ética empresarial.
¿Qué se esperaba? Se sembraron temblores de corrupción y se han cosechado terremotos y tsunamis de descomposición moral de Chile. Es un destape de la olla que hierve en putrefacción moral, no es una crisis. Se necesita refundar Chile.
La oligarquía se confió al creer que todavía tenía un fundo y que la plata arregla todo, todo funcionario fiscal tenía su precio. Al parecer han cambiado las cosas, ya no tienen todo el mango de la sartén, no somos meramente peones de fundo y Chile empieza lentamente a recuperar algunas funciones verdaderamente demócratas y republicanas.
Una solución está a la mano, recuperar la tuición ética profesional, proyecto de ley enviado hace más de 6 años, que duerme un sueño profundo en el Parlamento, una muestra más de esta descomposición moral.