El Senador Walker cree que “el sentido de la reforma educacional pierde su camino” a la indicación de un grupo de parlamentarios/as de la Nueva Mayoría acerca del penalizar el uso de fondos dedicados a colegios como malversación.
El legislador menciona que para ello, existen sanciones civiles, multas, fiscalizaciones, y superintendencia, dando pie a entrever que existirían mecanismos para vigilar el correcto uso de dichos fondos, y sancionarlos en el escenario que existan conductas que “infringen una norma”.
Ante ello, quisiera valorar tremendamente al senador Walker en cuanto a relevar que existen normas vigentes que pueden ser utilizadas para disuadir conductas que infringen normas, lo que conllevaría el comprender que las conductas que infringen normas no necesariamente deben responder a penas tan complejas y dañinas como las de cárcel, si no otras estrategias previas.
Rescato plenamente este mensaje, pero pregunto, ¿cómo es posible que existan estas apuestas que alejan las penas de cárcel de parte de nuestros legisladores y en casos como la evasión de pasajes del Transantiago se aplique lo contrario?
El senador Walker da cuenta de diversas estrategias que pueden aplicarse para no llegar a las penas de cárcel en el caso del lucro en educación. ¿Qué pasó con la evasión del Transantiago? ¿Acaso no existen mecanismos previos a la pena de cárcel luego de haber evadido el pasaje?
Diversos legisladores/as durante este año tan complejo han “golpeado la mesa” en todas direcciones acerca de no criminalizar el lucro en educación. ¿Pero criminalizamos la evasión del Transantiago?
Encuentro inaudito que el nivel de análisis se “eleve” cuando estamos legislando a ciertos grupos sociales de nuestro país, y no en cómo, porqué y cuándo se debe aplicar una pena de cárcel para disuadir ciertas conductas.
Me parece que con este tipo de legislaciones, es posible relevar como nuestro sistema político legisla acerca de penalizaciones y sanciones a ciertas conductas sociales, y por ende, a ciertos grupos sociales.
Ante ello, se esperaría que el nivel de análisis sea parejo para todo tema social a tratar, y no cuando las leyes “afecten” a los grupos más acomodados e influyentes de nuestra sociedad.