A raíz del exabrupto del embajador de Chile en Uruguay cuestionado por todos, uno se pregunta si esa misma vara se pudiese utilizar para medir las opiniones de tantos y tantos que con sus livianas, prejuiciosas e incluso descalificadoras opiniones han terminado banalizando el debate político y haciéndolo perder credibilidad.
Pero para ser más claro.
No puede ser que el Sr. Ominami, vaya a Bolivia a poner en cuestión la posición de Chile en el ámbito de la controversia limítrofe. Esa incontinencia verbal le traerá problemas a Chile ya que puede ser utilizado en nuestra contra. Si quiere discutir esos temas al interior del país está en todo su derecho, pero no para hacerse simpático ante otro gobierno afectar los intereses del nuestro. ¡Eso no se hace!
El Sr. Piñera en un acto público cuestiona los cambios en la educación planteados por el actual gobierno señalando que se está actuando contra la libertad de elegir. Por favor, seamos serios en los argumentos y no actuemos con simples afanes ideológicos, pensando que los chilenos somos todos ignorantes. ¿Cuándo una familia de bajos recursos ha tenido libertad para elegir la educación de sus hijos en nuestro país?
¿Cuándo ha podido elegir si quiere entrar a los liceos emblemáticos o de alta calidad cuando debían sortear exámenes para los cuales evidentemente no estaban suficientemente preparados?En realidad los colegios los elegían a ellos.
En definitiva la posibilidad de elección solo ha estado en manos de los sectores altos y algo en el medio, el resto debe aceptar lo que hay. Eso ya ha sido mostrado y demostrado por todos los expertos en la materia. Un ex Presidente en honor a la investidura que tuvo no puede caer en este tipo de incontinencia verbal.
El Señor Andrade, que se caracteriza por tener salidas humorísticas, que más que dignificar su rol como parlamentario, nos recuerda los martes de Merino, tiene una fuerte incontinencia verbal cuando ve una cámara y micrófono se enciende, dando cualquier respuesta, sea o no seria, prudente o bien pensada. Sale lo primero que se le viene a la cabeza. No creo que sus opiniones le hayan hecho bien a la Nueva Mayoría o al Gobierno.Muy por el contrario.
Esta es solo una muestra. Es cierto también que hay otros que son más serios, aun cuando al parecer no conforman la mayoría. Se podrían citar a muchos políticos más. ¡Por favor dignifiquen la política! Sin duda alguna ésta es una actividad muy noble, digna e importante para el país, pero vuestra propia conducta termina por generar una pérdida de valor de la misma.
Quienes tienen responsabilidades públicas deben actuar conforme al rol que la sociedad le ha entregado y por respeto a ella es imperioso que opinen debidamente informados y con juicios suficientemente analizados, cuidando siempre no descalificar y atacar al otro que es adversario político pero no un enemigo.
Fue justamente esta excesiva ideologización y la falta de diálogo lo que nos llevó a la gran crisis del 73 y por lo mismo es una experiencia que nadie quiere volver a vivir y menos la población que tuvo que sufrirlo, mientras muchos dirigentes capeaban el temporal fuera del país.
Si creemos en la democracia, necesitamos líderes políticos que estén a la altura de su responsabilidad pública, que tengan una mayor consecuencia entre lo que dicen, hacen y piensan. Que se sientan responsables de cuidar esta democracia y por lo mismo de no afectarla con su verbo.
Por lo mismo, todos quienes tengan esta incontinencia verbal, por favor inicien algún tratamiento.