El Tercer Tribunal Oral declaró a John O’Reilly,“curita” protegido por la elite, culpable del delito de abuso sexual contra una ex alumna del colegio Cumbres.Pero Ezzati, el cura que no cura, que rasca donde no pica, acusa a los curas que curan, que dicen lo que sienten y sienten lo que dicen. Raro.
¿Andará Chile al revés, o será un síndrome del mundo? los curas, que no tienen familia, explican cómo deben ser las familias. Carlomagno, creador de la primera gran biblioteca de Europa, era analfabeto. Joshua Slocum, el primer hombre que dio la vuelta al mundo navegando en solitario, no sabía nadar. Estados Unidos, que tiene a la mitad de sus niños sometidos por la obesidad, dicta las pautas del menú planetario. Europa, que invadió el mundo, hoy dicta las más severas leyes de inmigración.
En Chile, Velasco, que recitaba el mantra de las “malas practicas”, resulta que tenía las peores prácticas. Y el tiempo no se escapa al síndrome del mundo al revés, pues se dio una vuelta entera y “la vieja política”ahora se topa con la “nueva política”.Juan Carvajal, exiliado en la RDA, de la casta de los socialistas arrepentidos,trabajará para PENTA, que no distingue entre la licitación de una máquina o la licitación de un gobierno. Josefa Errázuriz, progresista, imita los Estados de Sitio. Velasco, ultra conservador, se declara de izquierda.
¿Seré yo el que anda al revés en un mundo que va bien?, ¿fue incomprendido el genio de George W. Bush cuando propuso talar los bosques para acabar con los incendios forestales?
El lenguaje no se escapa a la voltereta universal: el abogado Julián López, que representa a Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, pide tener acceso a la carpeta con la investigación del caso de fraude al FUT. No se lo dan. Entonces el Ministerio Público, por hacer lo que tiene que hacer, es acusado de “persecución política”. Raro.
En el mundo al revés, la verdad son “filtraciones”, lo justo son “discriminaciones” y los culpables son “víctimas”. Y en esta voltereta, ¿estará tan orgullosa la UDI, que levantaba monumentos al orden chileno, que transformó el “milagro” en “modelo”, cuando son ellos los acusados? ¿Creerá aún que hay que conservar la Constitución de Pinochet cuando las leyes se rencuentran con la justicia?
Ya nos lo advirtió nuestra Violeta, nuestra maravillosa Violeta Parra.
“Yo no sé por qué mi Dios
le regala con largueza
sombrero con tanta cinta
a quien no tiene cabeza…
Vale más en este mundo
ser limpio de sentimientos,
muchos van con ropa blanca
y Dios me libre por dentro.”
A la luz de un país de cabeza, no nos extrañemos si llega el día en que prohíban que la gente vote, para que no falte democracia, o que nos prohíban sentir y pensar, para que no exista la angustia.