De pie compañeros, porque nos ha dejado un HOMBRE ejemplar, un combatiente que jamás claudicó ni vaciló frente a la injusticia ni al peligro.Su nombre se inscribe en la historia insurgente de América Latina: Luis Renato González Córdoba, “Eladio” en el fragor del combate de La Moneda junto al compañero Salvador Allende y el puñado de mujeres y hombres leales a un ideal revolucionario.
Luis Renato González Córdoba – Eladio- nació en San Antonio en 1954.Militante de la Juventud Socialista y del Ejército de Liberación Nacional –ELN- fundado por el Che en Bolivia, a los 19 años se incorporó al GAP,el más alto honor que recibimos algunos militantes encargados de la seguridad del Compañero Presidente.
El 11 de septiembre de 1973 Eladio fue uno de los escoltas del GAP que acompañaron hasta La Moneda al Compañero Presidente, para resistir al golpe militar fascista, para defender la dignidad y soberanía del pueblo chileno.
Eladio fue herido en el combate , a regañadientes junto a los demás GAP obedeció la última orden del Compañero Presidente, la de no dejarse matar y sobrevivir para organizar la Resistencia, es uno de los que aparecen en la fotografía que dio la vuelta al mundo y es un icono que nos recuerda la traición de los militares chilenos.
De los dieciséis GAP que, agotada la munición y obedeciendo la última orden del compañero Salvador Allende, salieron por la puerta de La Moneda, sólo sobrevivieron cuatro. Los demás fueron atrozmente torturados, asesinados y hechos desaparecer por los indignos y cobardes militares chilenos.
Un puñado de hombres mal armados se había enfrentado a miles de soldados bien equipados, les causaron muchas bajas mortales sin sufrir ellos ninguna. Se entregaron obedeciendo la última orden del dirigente más ilustre de Chile y, cuando el ejército chileno se ensañó con esos prisioneros que habían combatido hasta la última bala, ese día, el ejército chileno se deshonró para siempre.
Eladio fue uno de esos cuatro que sobrevivieron. Gracias a la solidaridad combatiente de médicos, enfermeras y personal sanitario logró curar provisoriamente sus heridas y llegar hasta la embajada de México.
Empezó un exilio en México, muy pronto viajó a Cuba donde recibió la atención sanitaria adecuada, se repuso de las heridas y fiel al espíritu del ELN participó en otros combates y otras gestas latinoamericanas que precisaban del apoyo internacionalista.
Eladio regresó a Chile en 1988 para, como la mayoría de los GAP sobrevivientes, defender el legado del Compañero Salvador Allende. Las heridas recibidas en el combate de La Moneda no se habían curado del todo. Si bien en Cuba recibió la mejor atención, en su cuerpo tenía alojadas dos balas de difícil extracción sin poner en peligro su vida.
Eladio cojeaba al caminar, pero jamás cojearon sus principios, esas malditas balas dolían, pero más fuerte que el dolor era la fidelidad a sus ideas emancipadoras.
Eladio nunca recibió ninguna ayuda de los gobiernos de la concertación ni del reciclado partido socialista. Pese a su comportamiento ejemplar, a su historia de combatiente por la dignidad chilena, no recibió otro apoyo que el brindado por sus compañeros sobrevivientes del GAP.
Pero Luis Renato González Córdoba – Eladio- no se quejaba e insistía en recuperar el legado izquierdista de Allende, militante de todas las causas justas entregaba su aporte y su capacidad con la misma generosidad con que se jugó la vida.
Hace apenas un par de años nos vimos por última vez. Junto a otros compañeros del GAP participamos en un documental de la televisión franco-alemana ARTE, y estuvimos juntos en el cementerio general de Santiago, de pie frente al mausoleo donde reposa el Compañero Presidente, orgullosos y diciendo sin palabras: La escolta está lista, Compañero Presidente.
Y también estuvimos frente a las tumbas de los otros compañeros del GAP que reposan en un lugar vecino, pasando las manos por los nombres de aquellos que eran tan jóvenes como Eladio, como éramos todos nosotros cuando decidimos que por esa Revolución chilena había que darlo todo.
Luis Renato González Córdoba –Eladio- ha muerto en Cienfuegos, Cuba, en la patria solidaria que nunca le falló.
¡De pie, Compañeros! Hoy hemos perdido a un hermano, a un compañero de lucha, a un fiero internacionalista, a un combatiente ejemplar. ¡De pie!
Compañero Eladio. ¡Hasta la Victoria Siempre!