El Gobierno de la Presidenta Bachelet ha cumplido de inmediato con una de sus propuestas para los primeros 100 días de gobierno, logrando aprobar en tiempo récord en el Parlamento un proyecto de ley que establece un Aporte Familiar Permanente, conocido como Bono marzo y que, además, extiende la cobertura del Bono de Invierno.
Respecto del Bono marzo, se entregará en dicho mes, todos los años, sin necesidad de nuevas leyes, un aporte de $ 40.000 por carga a quienes sean beneficiarios de subsidio familiar o asignación familiar o maternal.Para los usuarios de los Programas Ingreso Ético Familiar y Chile Solidario el monto será de $ 40.000 por familia.
En el caso del Bono de Invierno, que se paga en el mes de mayo a los pensionados de menores ingresos, se ha eliminado para efectos de cumplir el requisito de acceso, lo que el pensionado perciba por concepto de aporte previsional solidario de vejez. Con ello, más de 350 mil adultos mayores podrán recibir este beneficio.
La decisión de transformar el Bono marzo en una política de estado, permanente, no sujeta a decisiones puntuales, representa un avance en la forma de entender los beneficios sociales, como derechos garantizados y no como una decisión graciosa y discrecional de los gobiernos de turno.
El objetivo es apoyar a las familias más vulnerables frente a contingencias o épocas particularmente difíciles, como el inicio del año escolar, donde se elevan considerablemente los gastos, por la compra de útiles y uniformes, sin que los ingresos aumenten.
Es muy relevante, además, que en lo sustantivo, se haya vuelto al criterio de que, en general, los bonos se otorguen por carga o por beneficiario, en lugar de por hogar, incorporando, además, a sectores que habían quedado excluidos en leyes anteriores como los hijos entre 18 y 24 que estudian y a la madre viuda, entre otros, lo que significa focalizar de mejor modo en aquéllos que más lo necesitan.
Se cumple de este modo también con el objetivo de inyectar recursos a la economía para enfrentar la desaceleración o baja en el ritmo de crecimiento que nos viene afectando, estimulando la demanda interna. Tarde o temprano estos recursos se gastan y constituyen un impulso a la actividad local y al pequeño comercio.
Bien, entonces, por el Gobierno de la Presidenta Bachelet que ha partido su tarea cumpliendo sus compromisos, enfocado en las necesidades de las familias más modestas y decidido a seguir avanzando en una sociedad de derechos reconocidos y permanentes más que beneficios ocasionales.