He afirmado que la seguridad de los chilenos y la crisis de nuestra policía, es decir nuestros Carabineros, no podrá remediarse sin una reforma estructural. Esto afectará a dos instituciones que han hecho historia en nuestra patria, las Fuerzas Armadas (FF.AA.) y Carabineros de Chile.
Mi tesis es que Carabineros (policía) ha de ocupar el primer lugar. Las FF.AA. han de condicionarse a una reflexión sobre los tiempos que vivimos.
Pienso que la institución policial (Carabineros) ha sido relegada a una posición postergada, en comparación con las FF.AA. de Chile y que esto ya no corresponde.
Mi convicción es que las fallas de la institución de Carabineros se deben a causas estructurales. En síntesis se debe a que se ha postergado la función “seguridad” a la función “defensa” en Chile.Postergación absurda, sobre todo en estos tiempos.
Esta postergación es un hecho. El ministerio se llama ministerio de Defensa.Debería llamarse ministerio de Seguridad. Todas las dependencias del ministerio, comités, comisiones, etc. etc. se llaman de “defensa”. Deberían ocuparse preferentemente de la seguridad. Los gastos de defensa, armamentos, personal etc., son inmensos. Los de seguridad, totalmente insuficientes.
El prestigio, los honores, la consideración, aun de la opinión pública, van muy preferentemente hacia los órganos de defensa. Un menosprecio va muchas veces para los servidores de la seguridad, nuestros Carabineros.
Militares, marinos aviadores adquieren rangos diplomáticos y siguen en puestos de honor con sueldos en dólares (y uno se pregunta qué es lo que hacen).Los sueldos y jubilaciones respectivos no resisten comparación.
Las funciones de los militares invaden incluso las que deberían desempeñar carabineros.La marina se ocupa de la policía costera y de los mares territoriales siendo así que carabineros podrían y deberían hacerlo mucho mejor.
La Fuerza Aérea se ocupa de vigilar y controlar los cielos de Chile, siendo así que esa función que es propiamente de seguridad, tendría que desempeñarla los carabineros. El ejército es llamado para controlar las elecciones.También en situaciones extremas para vigilar la seguridad, siendo que lo harían mucho mejor los carabineros.
A las FF.AA. les encomiendan misiones como las de apoyar el orden en Haití o en otras regiones. Esos países no necesitan armas militares sino orden policial. Parece que la preocupación fuera “encontrarles un quehacer” a los militares que justificara su existencia. Así se emplean en hacer caminos cuando su instrucción específica no va hacia esto sino a matar enemigos.
Los que dicen que la defensa es lo más importante viven o en la abstracción o en siglos pasados, pero no en la actualidad ni en el futuro real. En este tercer milenio y en Latinoamérica, la guerra está fuera de toda realidad. Ya no podemos vivir en función de posibles situaciones.
Carabineros es una institución postergada, mal pagada, relegada a una tarea imposible, sin todos los medios adecuados a su alcance. No echemos la culpa de la inseguridad a una noble institución que hace lo que puede. La culpa la tiene nuestra propia “tontería”.
Tendríamos que preguntarnos no qué les pasa a los carabineros, sino qué nos pasa a nosotros, a nuestro Gobierno y Parlamento que “no sabemos leer los signos de los tiempos”.