“¡Ahora la presidenta Bachelet hará cosas buenas para el pueblo!” exclamó una manifestante mientras celebraba eufórica su triunfo. Por fin su espera se transformó en una esperanza llena de sentido.
Mientras el robot chino “Yutu” avanza lentamente por la luna, y el descendiente aplicado de Stalin, Kim Jong-un, termina su pública purga estalinista en Corea del Norte contra los “enemigos del régimen” por su vida licenciosa y disipada-perdonando por suerte a su tía-, comienza por fin el gobierno “popular”.
Dicen que algunos van a contratar una asesoría para realizar algunas “purgas”, pero a la chilena.Es decir, de forma privada, sin ejecuciones, con algo de copete, y abrazos finales de unidad para la tele.
¡Debieran aprender de Kim IlSun!
La derecha tradicional y “ciega”, no supo “como leer” el hecho de que “el 1% concentra un tercio de la riqueza del país y su ingreso per cápita es 40% mayor que el 81% de la población”.
Además, también según “El País”,“el lugar donde más se percibe la desigualdad es en el trabajo: el 50% de los trabajadores gana menos de 251.000 pesos… (y)… la brecha entre un gerente general y el trabajador que menos gana supera las cien veces”.
Ahora está claro. La culpa y la purga debieran estar dirigidas a muchos empresarios que declaran: “Lo que es bueno para los empresarios, es bueno para el pueblo”, y que víctimas de una ambición personal que no mira al bien común, no saben administrar éticamente el inmenso poder que hoy tiene la empresa y el comercio en una economía global.
Del poder de los filósofos, políticos y guerreros que gobernaron Grecia, sólo queda el polvo agitado por la tormenta sin freno del actual capitalismo mundial.
Lo que no entienden son los signos de los tiempos que muestran que en un giro copernicano, hoy lo que es bueno para el pueblo, también lo es para los empresarios…(y los políticos).
Leo una cita notable de la ex “candidata del pueblo” y “activista”, Roxana Miranda.
“… La gente pasa sus depresiones en el mall, hace su vida endeudándose. Porque todas esta desigualdades te las intentan disfrazar con un televisor de plasma. Pero un mall no se puede llenar con un país entero. Hay millones de gente que trata de sobrevivir, de llegar a fin de mes”.
Ahora está claro. El pueblo que no votó, estaba endeudándose comprando “como locos” para la “Feliz Navidad”.El resto sobreviviendo sin plata, apáticos y anómicos. Sin tener ganas, razones, ni confianzas, votar no tiene sentido.
Más claro aún, además de contratar a los expertos en purgas, a la antigua derecha, debieran regalarle una consulta con un oftalmólogo, o con una psicopedagoga para que les enseñe a leer bien el sentido del malestar social profundo.
El mercado y los números ciegan. No tienen un “relato”, que siempre es parte del mundo “sutil” de las emociones, motivaciones y el sentido.
A los empresarios, los políticos, y al futuro gobierno, el pueblo debiera regalarles para la Navidad, el último texto del “Hombre del Año” del Papa Francisco, ya calificado por algunos como “marxista” por lo de su “capitalismo sin rostro”.
A su vez, el regalo del pueblo para la nueva Presidenta serían tres cajas de Pandora: Cambio de la Constitución y tributación,Educación gratuita y ¿el posible cierre de algunas Divisiones de Codelco?,para que no terminen como ENACAR).
¡Feliz Navidad!