Este 2013 ha sido un año marcado por la política, directamente conectado con el proyecto de país que soñamos, una mayoría en la que estamos todos y todas llamadas a construir.Tres elecciones nos movilizaron por todo Chile.
Comenzamos con las primarias, luego la primera vuelta presidencial, más elección parlamentaria y de CORES. Finalmente, el 15 de diciembre fue la segunda vuelta, que estuvo marcada por el liderazgo de la Presidenta electa Michelle Bachelet y las transformaciones políticas, económicas y sociales que exige la sociedad de hoy.
A veces nos olvidamos de la interrelación que existe entre las dimensiones naturalmente humanas, pero la tradicional fiesta de Navidad nos convoca a pensar en estas partes del todo, las emociones, los pensamientos, la energía o espiritualidad que se conectan con los valores o cualidades de las personas.
Y es en este momento entre Navidad y Año Nuevo, más allá de las ganancias o pérdidas de una elección, hacemos un balance positivo por toda la gente que participó con distintos intereses, por diferentes motivos y situaciones, en todos los niveles de las campañas.El valor de una sociedad comprometida con su desarrollo hace grandes a los pueblos para construir sueños entre todos.
Y quiero reconocer, especialmente, la fuerza y compromiso de los adultos y adultas mayores que se movilizaron a votar con todas las dificultades de traslados y de la falta de facilidades para las votaciones que existen en nuestro país.
En este sentido es justo y necesario, en lugar de rasgar vestiduras por el voto voluntario, dedicarse a modificar el sistema electoral y adaptarlo a la agilidad e inmediatez que exige la ciudadanía de hoy.Poner a disposición las herramientas tecnológicas para ejercer el derecho a voto sin limitaciones.
Realizar los cambios legales necesarios y sobretodo para contrarrestar la apatía frente a la política que se refleja en la abstención, hacerse cargo de las transformaciones que permitan sentir a la ciudadanía que la calidad de vida que esperan, sucederá en cuanto el enfoque en derechos sustente todas las dimensiones políticas: las económicas, sociales y culturales.
Finalizando el año 2013 y sintiendo la Navidad en el corazón, espero que el futuro de nuestro Chile querido responda a la igualdad de oportunidades y de derechos para todos y todas.