No es de ningún modo tan cierto que nuestra especie haya avanzado a niveles extraordinarios. Lo ratifica el hecho que nunca habíamos estado tan cerca de una catástrofe de altas repercusiones como una guerra nuclear internacional provocada por el agresivo régimen estadounidense o el calentamiento del planeta que indica tiempos muy cortos para que el desastre natural sea evidente.
En esta dirección, una de las características que sí parece hacerse parte de la Humanidad es la generalización de un pensamiento absurdo, cada vez más común y fundamentado en una incoherencia argumentativa enorme, con el único propósito de obtener beneficios particulares.
Como un ejemplo claro, en el plano político externo se ha mostrado al mundo las declaraciones de Ángela Merkel y el poco hábil presidente de Francia, François Hollande, criticando la intervención a sus naciones por parte de la Agencia de Seguridad de los Estados Unidos e, incluso, a sus teléfonos particulares, manifestando que esto es intolerable, lo que hace presumir acciones de dignidad alta.
Sin embargo, la verdad es que la retórica será el único campo de “confrontación” pues los intereses y la mentalidad subordinada son elementos que marcan dichas personalidades.Nada de lo que se pueda manifestar como acto soberano lo será.
En el caso de Chile han ocurrido dos hechos sintomáticos: la inauguración del Memorial 27F y el llamado al voto de los chilenos en el extranjero.
En el primero, la lógica indicaba que un llamado a concurso para artistas jóvenes o estudiantes, con un premio económico suficiente, hubiera sido una muestra fehaciente de la unión indisoluble entre pueblo afectado y educación.
El resultado estaría en una decena de obras, con muy bajo costo, brillantes y creativas, ubicada en lugares emblemáticos de la tragedia e inaugurados con la presencia de estos artistas mostrando el dolor junto al homenaje mismo.
No fue así, un gasto innecesario, equivalente a cien viviendas como mínimo para aquellos que lo perdieron todo, hubiera sido un manifiesto consecuente.Aquí primó el criterio de negocio en toda su extensión.
El llamado a votar para los chilenos en el extranjero tendría que haber estado avalado por una ley que reconoce este derecho y adecua embajadas o consulados para el efecto, logrando un escrutinio que diera cuenta de la realidad.
Por el contrario, ejercer un acto sin ninguna validez, más bien abriendo suspicacias sobre la real intención (medir las tendencias lo que creemos no corresponde), se sustenta en fundamentos débiles pues el único soporte acertado está en presentar hoy un proyecto que desde este año o posteriormente acepte el voto de los chilenos en el extranjero: se puede hacer y no existe impedimento alguno para ello, excepto la decisión transparente de los parlamentarios. Lo contrario es simplemente dilatar el derecho conculcado.
Finalmente, la recomendación hecha por los directivos de la OCDE de negar la educación gratuita en Chile, demuestra que este grupo está interesado en imponer una ideología diferente a las soberanías latinoamericanas, lo que es un elemento más para tener en cuenta en estás ilógicas globalizantes debido a que sus argumentos son profundamente débiles para considerar que la situación de gratuidad producirá un retardo en Chile.
Cuando los fundamentos dados son de extrema pobreza como, por ejemplo, que el aumento de créditos y becas constituyen la razón para que no haya educación para todos los ciudadanos, se considera el bajo nivel científico que maneja esta organización y su parcialidad manifiesta con el objeto de encubrir la realidad.Desconocer que en diversos países desarrollados la educación es gratuita y exitosa hace pensar en hipocresía manifiesta.
Por ello, gracias a la actuación de autoridades que estimulan las incoherencias ante la necesidad social, la globalización de la ilógica parece estar apoderándose de gran parte de esta urbe que transita a pasos agigantados para coartarle su sostenibilidad integral.
Compete, por tanto, a la conciencia ciudadana pensar estas acciones, detenerse a reflexionar y establecer compromisos permanentes con el derecho humano a vivir holísticamente.Y a los comunicadores la vida les exige hacer visible las políticas ante la sociedad.Así hay caminos para avanzar.