Chile tiene grandes necesidades nacionales que exigirán el esfuerzo continuado de muchos años y aún décadas. Los políticos que se disputan el poder corren el serio peligro de ser de estrecha visión. Sus intereses cubren un corto período de años. Chile por tanto necesita un gobierno de larga visión para buscar las metas nacionales. Para escoger con libertad los caminos, desprendido de sus pequeñas ventajas y aprovechamientos. Un gobierno nacional y no partidista.
Pretendo desarrollar estos conceptos.
¿Cuáles son las grandes necesidades nacionales del país, estas que trascienden los gobiernos que tienen períodos limitados y por tanto perspectivas también limitadas?
1º La igualdad urge en educación y en salud. Hay educación para ricos y para pobres.Salud distinta para ricos y para pobres. Hoy hay conciencia de esta injusticia y voluntad de corregirla. Para conseguir lo anterior habrá que efectuar cambios estructurales. Los cambios requeridos necesitarán 10 ó 20 años por lo menos.
2º Un cambio cultural que atañe a la tolerancia y equidad. Somos machistas y prepotentes, se requiere acogida al débil, a la mujer, al inhábil, al homosexual, al extranjero, al distinto de uno. Los cambios culturales son difíciles y largos.
3º Chile debe aprender a integrarse con Latinoamérica, al interior de la cual está relativamente aislado, aparece prepotente con su política de defensa armamentista y disuasión intolerable y con una desacertada diplomacia para con países vecinos como Perú y Bolivia en relación a los cuales tiene mucho que reparar.
4º Regionalismo: es un problema que ya está surgiendo, problema económico, social, cultural, político, de justicia. En su largo territorio Chile abriga regiones muy dispares, en riquezas y condiciones de vida. Necesita saber ayudar, compensar, redistribuir y respetar diferencias.
5º En lo económico hay reajustes radicales que hacer. Diversificar la producción, revisar la política del cobre, enfrentar el problema de la energía, del agua, el agotamiento de la fauna marina, la reforestación.
Estas metas exceden los tiempos y las capacidades de los partidos que se disputan actualmente el poder y en realidad van más allá de sus objetivos concretos. Sus objetivos inmediatos son mantenerse en el poder o ganar el poder.
Tienen que manejarse en los caminos que han de llevar a las metas trascendentes, pero si no tienen constantemente en vista estas metas trascendentes no sabrán escoger bien los caminos.
Tomarán según sus ideologías tales o cuales caminos que serán los que marcarán más las divergencias que las convergencias que deberían predominar.
En otras palabras, los que han de llevar por delante como gobernantes o parlamentarios las metas trascendentes que hemos enumerado, no pueden ser los partidos que hasta ahora, como hemos visto, disputan el poder dentro de lo inmediato.
Una gran pregunta es ¿se podrá formar esa mayoría nacional que asuma la tarea de llevar adelante las tareas enumeradas? o bien ¿quién podrá convocar y juntar tal mayoría?