Resulta irritante, pero a la vez es sorprendente la campaña del terror que ha desplegado el oficialismo en todos sus frentes en las últimas semanas. Si nos diéramos el tiempo de recrear el Chile descrito por la Alianza, definitivamente, estaríamos ante una debacle política que nos trae los peores recuerdos de nuestra historia.
El peligro por “el apoyo del PC a Bachelet y su izquierdización”, “la existencia de una máquina para defraudar al Fisco” y “propuestas políticas que provocan efectos negativos en la economía”, han sido algunas declaraciones hechas por los personeros de Gobierno, que, definitivamente, dan cuenta de un país bien alejado del desarrollo que la administración Piñera ha pregonado por los cuatros vientos alcanzar.
Es entendible el temor que existe en la derecha ante la inminente derrota en las próximas elecciones presidenciales, más aún cuando se está aglutinando una Nueva Mayoría, que se ha propuesto acabar con los últimos enclaves dictatoriales existentes.
Sin embargo, apelar a estrategias oscuras, ligadas a tiranías y no a democracias,“el cuco económico” solo sirve para desenmascarar a la verdadera derecha, esa que no respeta la diferencia y que utiliza todos los recursos a su alcance para mantener el poder.
Ya no quedan dudas que esta campaña presidencial será una de las más cruentas del último tiempo, pero desde la Oposición no podemos perder el norte y caer en la pelea chica, cuando está en juego el futuro del país y los sueños de millones de chilenos.
El próximo 30 de junio será el primer paso, las primarias de la Oposición sellarán el inicio de la derrota de la Alianza en noviembre, algo que cada vez más chilenos esperan y así quedará demostrado en las urnas.
Contamos con el compromiso de las chilenas y chilenos para levantar la voz, en las primarias de la Nueva Mayoría.