No solo con los gastos de colegio, universidad, patentes, seguros, etc., se nos aparece marzo, sino que también con un año más de gobierno del Presidente Sebastián Piñera y sus ” ofertazos del mes”.
El bono que se entregará a las familias medidas por la ficha de Protección Social y el aumento del sueldo mínimo a doscientos mil pesos que ayuda a mejorar los ingresos de los trabajadores, definitivamente son buenas noticias, haciendo una primera lectura.
Da lo mismo, desde mi perspectiva, que estos anuncios sean utilizados para la campaña electoral de este año, no es un argumento diferenciador, todos los gobiernos si pueden lo hacen. Lo preocupante y lo no razonable es la falta de respeto sistemático que este Gobierno ejerce hacia las organizaciones sindicales, sociales y políticas de este país.
Es un escándalo que hace cuatro meses todos los actores políticos, sociales y sindicales, hayan insistido en la necesidad de un reajuste que dejara el salario mínimo en doscientos mil pesos, situación que fue desestimada por el Gobierno, pero ahora busca sorprender a todo el mundo con un golpe absolutamente efectista.
Este es el “Estilo Piñera” que nos sorprende una vez más en marzo, el de los anuncios, del ‘volador de luces’, el de la pirotecnia, el vendedor de ilusiones, que ejecuta una serie de propuestas sin considerar a los actores relevantes y no actuar como un Presidente de la República, utilizando su capacidad para dirigir y administrar un coro de voces distintas que sean escuchadas, respetadas e incluidas.
No he sido partidaria de los bonos para romper la desigualdad social, trabajo para que las políticas públicas sean efectivas rompiendo la brecha de la inequidad económica y cultural, por eso me duelen anuncios sin un sentido político ciudadano como el comentado.