El candidato DC a Presidente de la República ha vuelto a reiterar la necesidad de un gobierno integrado por la DC y la izquierda.
El llamado a la Unidad Popular para constituir con ella la “Unidad social y política del pueblo” fue nuevamente hecho por Radomiro Tomic.
Tomic piensa que una alianza de la DC con la izquierda organizada en torno al Partido Comunista debería derrotar a la derecha alessandrista y suceder en el gobierno al Presidente Frei Montalva, que gobernó sólo con la DC.
Los observadores coinciden en que la DC representa hoy alrededor de un 25 por ciento del electorado y la izquierda más de un 33 por ciento, por lo que la unidad entre ambos superaría el 50 por ciento de los votos.En la base social la DC cuenta con alrededor de un tercio de los dirigentes de la CUT y la izquierda con los otros dos tercios. En las universidades sucede algo parecido. En las juntas de vecinos y los centros de madres la presencia de la DC es aún mayor.
La propuesta de Tomic no cuenta con el apoyo de todo su partido pero es ampliamente mayoritaria en el.
En la izquierda han sido más reticentes. El secretario general del Partido Comunista –muy seguro de la victoria del candidato de la izquierda Salvador Allende- ha respondido: “Con Tomic ni a misa”.
Tomic plantea que para una verdadera revolución democrática la unidad de las fuerzas populares es una exigencia. “No hay unidad popular sin la Democracia Cristiana” repite Tomic.
Con respecto al PC, Tomic ha señalado: “Los comunistas estarán en el gobierno o en la cárcel”.
Estamos en el Chile de 1970.
Termina el gobierno reformista de Eduardo Frei Montalva y las ideas del socialismo son ampliamente mayoritarias en el país.
Sectores de derecha, conscientes de esa realidad, teorizan sobre la necesidad de una dictadura anticomunista. Entre ellos, los seguidores de Jaime Guzmán.
La juventud de la DC y vastos sectores del partido son socialistas comunitarios.
La juventud del Partido Radical, la Juventud Radical Revolucionaria, se ha declarado marxista leninista.
El Partido Socialista y el Mapu se han definido también como marxistas leninistas y, en eso, han venido a sumarse al Partido Comunista.
La propuesta unitaria de Tomic está siendo hecha, entonces, a partidos muy ligados no sólo a Cuba sino a la Unión Soviética y en plena guerra fría, cuando los EEUU se juegan para impedir el acceso de los comunistas al gobierno de Chile.
Esta no es la primera vez que la DC busca coincidir con el PC a nivel de alianzas políticas.
En 1938 ambos partidos combatieron la candidatura de Gustavo Ross Santa María, candidato de la derecha a la Presidencia. La DC, recién creada en 1937 como Falange Nacional, se opuso a la candidatura derechista y posibilitó así el estrecho triunfo electoral de don Pedro Aguirre Cerda, candidato radical-comunista-socialista.
En 1942 ambos partidos apoyaron la candidatura de Juan Antonio Ríos, también por el Frente Popular. La DC integró el gobierno del Frente Popular y Eduardo Frei Montalva fue allí ministro de Obras Públicas. Renunció al ministerio en enero de 1946, cuando la llamada Masacre de la Plaza Bulnes en que fue asesinada la dirigente comunista Ramona Parra.
En 1947 el dirigente demócrata cristiano, fundador del partido, Bernardo Leighton propuso el ingreso de los sindicalistas demócratas cristianos a la CTCH (Confederación de Trabajadores de Chile), para luchar allí unidos a comunistas y socialistas.
Leighton se declaró así partidario de centrales sindicales únicas y plurales, y discrepó de otros dirigentes católicos como el sacerdote Alberto Hurtado, propugnador de una central católica, la ASICH (Asociación Sindical de Chile), paralela a la de comunistas y socialistas. La ASICH fue fundada por Hurtado en junio de 1947.
Leighton coincidió con otro gran dirigente sindical católico de esos años: Clotario Blest.
Blest fue también fundador de la ANEF y de la CUT.
La iniciativa sindical de Leighton tuvo lugar al año siguiente de la dictación de la llamada Ley de Defensa de la Democracia, que ilegalizó y persiguió a los comunistas. La DC de la época fue el único partido que, oficialmente, se opuso a esa ley. El PS estaba dividido al respecto y los radicales y la derecha la aprobaron.
En 1973, veintiséis años después, Bernardo Leighton condenó el golpe de estado pinochetista. Tomic lo hizo sólo días más tarde. Las conductas eran coherentes.
Leighton y Tomic ¿fueron una excepción? ¿Fueron una excepción Jorge Cash, Rafael Agustín Gumucio, Julio Silva Solar, Manuel Bustos y otros grandes demócratas cristianos que siempre se jugaron por la unidad social y política del pueblo?
Puede ser, pero una excepción que forma parte de la historia.