Durante los últimos días, muchos miles de jóvenes chilenos transitan nerviosos por todos el país, a la espera de los resultados de la PSU, esperanzados en que ellos los favorezcan y así puedan estudiar en la educación superior, de la que siempre han escuchado que es la alternativa para progresar económica y socialmente.
En paralelo, el encargado de la educación en Chile, el Ministro Beyer, hace enormes esfuerzos por aumentar la ansiedad y el nerviosismo de estos muchachos y sus familias al esconder, de manera torpe, la magnitud de la crisis del sistema de educación superior del país que todos los ciudadanos perciben que se cae pedazos.
Particularmente, las familias de más escasos recursos saben, desde siempre, que no tienen muchas oportunidades y que, por lo tanto, la posibilidad de “ir a la universidad” hace la diferencia, o por lo menos da la esperanza de cambiar el destino tantas veces trazado desde la cuna.
En pocas semanas más millones de chilenos de familias de todo el territorio nacional buscarán los resultados de sus hijos mientras ven en la televisión rectores de universidades y ejecutivos de la CNA presos, dueños de universidades que se esconden fuera del país, fiscales investigando sobornos, un ministro de Justicia (oh paradoja!) dando explicaciones por su concomitancia con el principal inculpado de la corrupción del sistema y, claro, el ministro de Educación repitiendo que todo está bien, que cada suceso, aunque estos sean un montón, son “hechos aislados”.
Lo que hace el Ministro Beyer no es sólo una manifestación más de su conducta irresponsable a cargo de la cartera que mas recursos públicos recibe en el presupuesto de la Nación, es también una afrenta al esfuerzo de los estudiantes que esperan, con los resultados de la PSU, iniciar el camino del progreso tantas veces prometido y que sólo alcanza a tan pocos en un país tan desigual.
Beyer tiene la obligación de decir la verdad. ¿Puede él asegurarles a las familias de los jóvenes que iniciarán el camino del endeudamiento usurero, que el sistema funciona adecuadamente?
Todo el país sabe que Beyer y el gobierno esconden la verdad como últimos guardianes de la defensa de un sistema de educación estructurado para favorecer el lucro de los mismos de siempre, más que para la expansión de las oportunidades para todos.
Y nuestros jóvenes y sus familias avanzan, como en toda tragedia, por un camino cuyo derrotero solo tiene pocas certezas. Una de ellas es que en pocos años más estarán fuertemente endeudados y sus familias habrán hipotecado buena parte de su patrimonio.
Demasiadas universidades privadas están siendo investigadas por corrupción y lucro indebido. Lo sabemos todos, aunque Beyer lo quiera esconder.
Un ministro de estado entra y sale de La Moneda dando explicaciones ridículas e intentando ser gracioso con frases patéticas, propias de todos aquellos que son sorprendidos en conductas impropias y no tienen el coraje de asumirlas, mientras el gobierno que lo sostiene parece ignorar lo que pasa extramuros, como si ello lo alejara de la responsabilidad por el bien común, concepto que por cierto, no entró a palacio en este período.
Vengo entonces a alegar por los jóvenes de la provincia de Malleco y, si se me permite, por los de todo el país.
Reclamo del Ministro Beyer y su gobierno una respuesta franca y honesta aunque ello sea difícil, para asegurar a los estudiantes que, conocidos los resultados de la PSU, podrán postular a un sistema donde sus esperanzas no estén entregadas a la codicia de delincuentes transformados en “proveedores” de educación, si así puede ser llamada esta.
A la Nación le asiste el derecho de reclamar esto de las máximas autoridades del país. La esperanza de cientos de miles de jóvenes y sus familias lo reclama.