Una de las principales características de este gobierno es la de tratar sistemáticamente, casi como un ejercicio premeditado de confundir a la opinión publica, transmitiendo mensajes publicitarios de logros y éxitos que en realidad no son tales o al menos no son lo que aparentan.
El ministerio del Trabajo dentro de una innumerable cantidad de avisos que ha comprado en los medios de comunicación transmite uno que habla de cómo la eliminación de la cotización de salud del 7% al 5% (sic) de los pensionados permite que la clase media ya pueda acceder a ese beneficio.
Para saber si se es o no beneficiario se debe ir una página del Ministerio y digitar el RUT del interesado y entonces se conocerá que uno de cada veinte consultantes o menos, tendrán respuesta positiva, el resto la inmensa mayoría deberá “seguir participando”.
Este mensaje cómo se puede leer es confuso, no establece quienes son los beneficiarios, es erróneo, nada señala que efectivamente pueda estar alcanzando a la clase media, objetivo sin duda loable, más bien cumple una regla básica de propaganda más no de buen gobierno: deja en el aire la idea de que es un enorme beneficio que ya no sólo cubre a los sectores más pobres sino que va mucho más allá. Mucho ruido y pocas nueces.
El ministerio de Desarrollo Social por los mismos medios de comunicación y para no ser menos, anuncia con bombos y platillos la llegada del tan deseado “Ingreso Ético Familiar”… sólo que no se trata de aquella remuneración mínima pero digna que alguna vez propuso la Iglesia Católica, sino que de un conjunto de subsidios y programas especiales que con recursos públicos y sólo públicos pueden aumentar el ingreso familiar por alguna temporada porque son subsidios temporales.
El otro, el verdadero Ingreso Ético Familiar aquel que interpelaba a los empresarios y al sector privado a pagar remuneraciones dignas que cumplieran un objetivo elemental, cual es que todo el que tenga un trabajo estable no sea considerado un pobre, ha pasado a mejor vida.
Nuestros emprendedores deben estar esperando que una Ley los obligue a semejante desembolso (ética y legalidad para ellos es lo mismo) y para ello se preparan haciendo el lobby que impida la tramitación exitosa de una Ley así.
Cuantas personas beneficiadas, a cuantas personas con trabajo alcanza el beneficio para que pueda ser llamado Ingreso ético familiar no importa, en realidad da lo mismo, el objetivo igual que en el caso anterior es instalar en la opinión pública a través de un slogan que para este gobierno el tema de la equidad es un tema. Cuando no lo es.
Cuantos recursos del Estado se gastan hoy en este tipo de propaganda política para crear imágenes ya que no se pueden mostrar muchas realidades, no lo sabemos y quizás si tampoco es lo más importante; porque lo de fondo es el desprestigio y el aporte a la falta de credibilidad que una vez la derecha o centro-derecha como a ellos les gusta decirse ha hecho ahora desde la institucionalidad pública.
Si uno quisiera incendiar la pradera podría exclamar “ me da asco la política de comunicaciones de esos Ministerios”, pero con alguna responsabilidad cívica para lo cual no se requiere investidura ministerial, simplemente consignamos un elemento que no contribuye a la educación ciudadana.