Se había portado prácticamente como una lady, pero con la salida de madre que tuvo hace algunos meses en la Cámara usando los garabatos preferidos de los chilenos en contra de los diputados que hacemos la pega, y ahora con las últimas declaraciones destempladas porque “se afectó” con la votación de la oposición en el presupuesto, estamos con una ministra en una situación que la supera.
La inteligencia emocional es una herramienta conocida que está al alcance de todos. Una ministra debería dar el ejemplo y decir lo que piensa con argumentos políticos serios, sin emociones negativas que confunden a la opinión pública.
No estar de acuerdo con nuestro procedimiento político no le da derecho a expresarse de esa forma desde su rol como autoridad.
La idea de sacar a colación, en su reacción descontrolada, a la ex Presidenta Bachelet, habla de la desesperación que siente no solo la ministra Matthei, sino el gobierno completo frente al desafío de las próximas elecciones presidenciales.
La discusión política sobre la votación en contra de partidas y capítulos en Educación, Trabajo y Salud se relaciona con las visiones distintas para enfrentar estos temas en la sociedad de hoy.
Nuestros intereses políticos, como dice el ministro Larraín, van de la mano con los intereses de las personas a quienes representamos, trabajadores y ciudadanía. Hemos utilizado las herramientas legales que tenemos para llamar la atención y que el gobierno focalice la inversión y los gastos eficientemente en materias sensibles y de importancia para todos.
Las facultades mínimas que ejercemos en la discusión del presupuesto tienen que ver con la falta de vinculación real entre la ciudadanía y sus instituciones.Este es el tema de fondo y este problema es un conflicto latente que produce indignación y frustración.
Los ministros de Piñera no se hacen cargo y por lo tanto, si no realizan las conversaciones y acuerdos necesarios para ir por ello, estaremos frente a exabruptos como el de la ministra Matthei, que nos mantiene mediáticamente fuera del foco central político y cultural.