26 oct 2012

Yo voto

No. Yo “no presto el voto”. Pero voto. Y no siento que haya contradicción.

Es que estoy convencida de que entrar en la cámara el domingo y marcar preferencia por uno u otro candidato efectivamente hace un cambio:¿Me molesta el alcalde que quiere perpetuarse en mi comuna? voto y le doy el aviso de que crece el número de vecinos a los que ya no convence su presencia.¿No me gusta que todo se juegue entre los candidatos de las 2 coaliciones? voto por los abanderados independientes o de partidos “menores” para que se hagan más fuertes.

¿Quiero que mi alcalde tenga contrapeso al tomar decisiones? Voto por sus detractores en la lista de concejales… No estoy prestando mi voto, estoy haciendo valer mis derechos.

Entiendo la molestia con el sistema que plantean los que llaman a no votar.Comparto con una mayoría que el binominal ya no da para más y que sólo favorece a los que ya están en el poder en la derecha y en la centroizquierda (pero eso no corre para los concejales). Sé que después de 22 años de democracia quedan muchos problemas por solucionar, uno de los primeros el derecho a una educación pública gratuita y de calidad. Sé que el poder real de los alcaldes limita duramente con sus atribuciones, con los recursos económicos de que disponen en su comuna, con la pobreza de sus vecinos y hasta con la decisión de los privados de instalarse sólo donde la seguridad y el poder adquisitivo los lleva.

Pero estas elecciones municipales son las primeras con inscripción automática y voto voluntario. En esa medida, es la primera vez que los candidatos no saben qué esperar a ciencia cierta… Más de alguno debe sacar cuentas y no le calzan.

Por lo mismo, si la idea es hacer cambios, este es el momento. Un diputado de derecha decía en días pasados que si siguen los mismos, es porque votan siempre los mismos.

Creo firmemente que sufragar no es sólo un derecho sino un deber. He votado en todos los comicios posibles desde la universidad.

Obviamente lo he hecho en cada elección municipal, parlamentaria y presidencial. Pero además, si me convocan a votar por el Centro de Padres del colegio de mis hijos también lo hago con gusto. No creo en aquellos que vociferan desde la vereda contra el orden establecido. Creo en los que cruzan la calle y actúan como ciudadanos para cambiar ese orden.

La construcción de la sociedad no la hacen sólo los políticos, ni se consigue lanzando piedras para botar lo que hay. También la podemos hacer entre todos con una simple raya en la papeleta de votación.

Así ocurrió en un plebiscito allá por 1988, y no resultó mal.

Este es un espacio de libertad, por lo que solicitamos que no lo desaproveches. Contamos con que las opiniones se remitan al contenido de las columnas y no a insultos, ataques personales, comentarios discriminatorios o spam.

Por lo mismo y buscando el buen funcionamiento de este canal de expresión, requerimos de un registro previo utilizando Twitter, Facebook, Gmail o Disqus.

Si tienes problemas para registrarte, haz click acá.

  • http://twitter.com/magallanicoo francisco

    Comparto absolutamente su posición. El votar es un derecho y también un deber. Alguién dijo: no es lo mismo elegir a este, que a este otro y cuanta razón tenia. Ahora es la oportunidad de enmendar esa irresponsabilidad que tuvo el 51,4%,.-Si no le gusta ninguno, anule,o blanco,pero vote. No creo,que ningún afín a la derecha permanezca indiferente.

  • http://www.facebook.com/people/Ignacio-Gonzales-Santander/100002395516871 Ignacio Gonzales Santander

    Vote,pero no Bote.

  • Sergio Arenas

    Y hay una forma de “votar en blanco” o “anular” sin hacerlo directamente: vote por el candidato que tiene menos posibilidades. Así uno puede hacer protesta dentro del voto y a la vez ayudar a las fuerzas menos visibles.

  • http://dilo.cl/ Fabián

    Comparto que el voto es un deber. De hecho, pienso que la mejor de las opciones es la inscripción automática y el voto obligatorio. Todos nos beneficiamos por vivir en democracia y no es justo que solo algunos paguemos el precio por ella.