13 sep 2012

Esto no es Roma

Los recientes resultados de la encuesta Adimark revelan la, ya constante, desacreditación y falta de credibilidad tanto de las grandes coaliciones políticas de nuestro país como de las cámaras de nuestro congreso.

Mientras la Coalición por el Cambio marca un 64% de desaprobación y la Concertación un histórico 74%, el Congreso no se queda atrás y puntúa cifras aún más altas de  desaprobación con un 78% para la Cámara de Diputados ¿Cómo se explican tales grados de desacreditación?

Ya el movimiento social por la educación dio luces el año pasado, denunciando el hastío que genera en la mayoría de la ciudadanía la llamada política de los consensos, la cual ha evadido debates respecto a problemáticas de fondo y de carácter estructural en relación a los pilares que cimenta nuestro modelo socioeconómico.

Hoy los movimientos sociales, la ciudadanía, han logrado dar un vuelco en las discusiones que protagonizan la agenda pública, instalando temas tan relevantes para el futuro de nuestro país como es el carácter de la educación. Si no fuera por los ciudadanos organizados y movilizados hoy Chile no estaría discutiendo sobre reforma tributaria, lucro en la educación, desigualdad, nueva constitución, reforma al sistema binominal, entre otros problemas pendientes.

Pero todo parece indicar que muchos sectores políticos aún no están preparados para asumir estos debates de cara a la ciudadanía y en sintonía con sus demandas. Reflejo de esto es la aprobación de la reforma tributaria por parte de la derecha en su conjunto y por sectores de la Concertación.

Por otra parte, la derecha, sencillamente no quiere debatir en forma transparente e intenta crear falsas realidades para eludir temas tan sensibles y relevantes como la pobreza. Nadie podrá negar que lo sucedido con los resultados de la Encuesta CASEN constituye un escándalo de ribetes mayores.

Más aún, cuando nos encontramos de cara a un escenario donde los ciudadanos deben escoger a sus nuevas autoridades municipales, la derecha continúa con prácticas nefastas que tanto desprestigian a la política.

Obsequios de canastas familiares, entrega de billetes de mil pesos, agresión a candidatos, regalos de entradas a circos son precisamente las prácticas que contribuyen a ensuciar lo que hoy debiera ser una batalla de las ideas.

Si hoy la ciudadanía exige que se avance hacia una democracia más profunda, en base a discusiones programáticas realmente serias, la derecha chilena está quedando altísimamente en deuda.

Lamentablemente para los ciudadanos, la derecha aún no entiende que esto no es Roma y que el pan y circo que ellos entregan solo hace que los chilenos miren con mayor recelo y distancia a la política.

Hoy somos muchos quienes hemos asumido el desafío de generar una renovación en las prácticas de hacer política.

En esta línea, desde Estación Central, la primera acción que he realizado es escuchar a los vecinos. Son ellos quienes mejor conocen sus problemas y quienes también mejor conocen sus soluciones.

Es en este camino donde he podido ver cuán ajeno perciben los vecinos y vecinas de la comuna a su municipalidad, cuya administración queda radicada en forma absoluta en la figura del alcalde donde los habitantes de la comuna no tienen la posibilidad de decidir sobre determinadas materias de su interés.

Las autoridades a todo nivel deben, fundamentalmente, escuchar a los ciudadanos, para que las prioridades de estos sean las prioridades de las instituciones que lideran.

Los ciudadanos deben ser los protagonistas de la historia que día a día escribimos.Hoy Chile ha cambiado y los ciudadanos exigen mayor inclusión en las definiciones que son de interés para todos, exigen poner sobre la mesa discusiones sobre temas que los atañen realmente como es educación, salud, seguridad ciudadana, vivienda, participación , por mencionar sólo algunos.

Desde esa perspectiva se deben abordar las elecciones municipales y esa es la única forma para aumentar tanto los grados de participación ciudadana como el prestigio de la alicaída política chilena.

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  • http://twitter.com/giacomomarasso giacomo marasso

    ¡Cómo se nota que Ballesteros no conoce Roma, su historia y su grandeza! 

    • http://www.facebook.com/mario.ivani.3 Mario Ivani

      Debiera decir este país, no es Cuba ni tampoco la ex-Unión Sovietica comunista donde tenía oprimido a los países de la cortina de hierro

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      Debiera decir este país, no es Cuba ni tampoco la ex-Unión Sovietica comunista donde tenía oprimido a los países de la cortina de hierro

      • http://www.facebook.com/wilson.cespedes.7 Wilson Cespedes

        Los derechistas podrían dejar de ser tan monotematicos para fundamentar su convicciones políticas. ¡ o es muy tonto lo que estoy pidiendo ?

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=1435087385 Raúl Fernández De Santi

    y LA DECADENCIA DEL MPERIO ROMANO

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    y LA DECADENCIA DEL MPERIO ROMANO

  • Fitzcarraldo01

    ciudadanía por pueblo, vecinos por pobladores, participación ciudadana por poder popular…excelente, no era mentira que le estas haciendo el juego a Bachelet y la concertación. 

  • Fitzcarraldo01

    ciudadanía por pueblo, vecinos por pobladores, participación ciudadana por poder popular…excelente, no era mentira que le estas haciendo el juego a Bachelet y la concertación. 

    • http://www.facebook.com/people/Víctor-Marcelo-Vergara-Verdugo/1262161046 Víctor Marcelo Vergara Verdugo

       La verdad es que los términos usados tradicionalmente por la izquierda ortodoxa tampoco han contribuido a asentar en la gente sus ideas libertarias. A ratos siento que ser de izquierda es literatura. Veamos. El concepto ciudadano es mucho más potente que el de pueblo, pues es inclusivo, se puede determinar de manera constatable, tiene un sustento legal, no da pie a que un inspector determine quién es del pueblo y quién es un “burgués”. ¿Quién pertenece al pueblo? ¿Las masas de obreros (como si viviéramos en un país industrializado)? La palabra vecino hace referencia a la vida en comunidad, a la fraternidad. La palabra poblador limita su visión a la de una tuerca en el aparato ideológico, carne de cañon de los filósofos populares (curiosamente, gente extremadamente elitista y snob, pegados en textos escritos hace 170 años, antes de la revolución de las comunicaciones y de las luchas por los derechos sociales). Las personas somos vecinos y no pobladores hormigas. “Poder popular” es una expresión para escribir en murallas, nada más. Casi siempre asociada en la mente de los rayadores a un grupúsculo (esos de los que hablaba el dictador) vengador que piensa por todos nosotros. ¿Qué onda con la participación ciudadana? ¿No es esa la esencia del socialismo, la democracia de verdad? Un chileno o un gringo -países donde no existe la democracia- pero también un cubano o un árabe, con suerte eligen al gobernante y hasta ahí su poder. Poder popular debería ser la expresión de un pueblo decidiendo directamente toda la acción del Estado, desde arriba hasta el nivel de barrio. Desgraciadamente, participación ciudadana es una expresión que se usa para estas elecciones truchas manipuladas por los grupos económicos y por los enclaves políticos. Pero poder popular ha llegado a significar en los socialismos reales un grupo pequeño de líderes que toma las decisiones por todos. De popular nada tampoco. Tal vez porque soy lingúista he llegado a sentirme muy excéptico del lenguaje y de la terminología asociada a las ideologías. A veces, es más importante la expresión que su contenido, y mientras más críptica sea, mejor. Algún día encontraremos un lenguaje realmente popular.

  • Bárbara Fernández

    La verdad, no puedo estar más en desacuerdo con esta
    columna. Siento que el desencanto y la poca credibilidad de la política y las instituciones no radica en la derecha, izquierda y centro, si no en los políticos como tú, que no hacen más que descalificar a la derecha o a la DC, y ahora eres parte del conglomerado de la Nueva Mayoría que está con la misma gente. Por otro lado dices que los vecinos no se sientan representados porque tú los has escuchado, pero los vecinos tienen la oportunidad de votar y no van. Tenemos un país con democracia donde todos tenemos la oportunidad de decir lo que pensamos a través del voto. En la historia de la humanidad no existe ningún otro sistema
    que incluya más a la ciudadanía que la democracia, y es eso lo que la gente no sabe, porque no hay cultura cívica y pocos saben de historia. Si los vecinos no ven cercano a su alcalde entonces que no voten por él. Yo creo que somos parte de una sociedad muy
    pasiva, que con el tiempo ha ido cambiando, pero sigue pensando que “votando no solucionan nada”, y sí se puede cambiar. Eso es preocupante. Estoy de acuerdo con que las autoridades deben escuchar a los ciudadanos, pero también los ciudadanos deben hacerse escuchar con el voto y siendo parte de las instituciones que el Estado entrega para este fin. No estamos en una crisis de la
    representación porque los políticos no traten de escuchar y representar a la gente ¿9 candidatos presidenciales? único en la historia de Chile. El pueblo, la ciudadanía se ha vuelto floja, y eso nadie lo dice. Yo soy parte de esa ciudadanía y hago la autocrítica. Hay que ir a votar, alzar la voz, ser parte del país. Si eres de izquierda, derecha, centro o lo que sea, la gente tiene que entender que hay que participar y dar la opinión. Las autoridades a todo nivel deben, fundamentalmente, escuchar a los ciudadanos, para que las
    prioridades de estos sean las prioridades de las instituciones que lideran, de acuerdo, pero no puedes negar que esto no es responsabilidad solo del mundo político, porque es culpa de todos. Es súper fácil criticar y no ir a votar, es súper fácil ir a la marcha y y no ser parte de las instituciones que tenemos para hacer valer nuestros derechos. Es cierto, Chile no es un país perfecto,
    pero estamos en un proceso. La economía va creciendo, pero la educación de la gente no, por eso estoy de acuerdo en que hay que hacer una reforma a la educación, para que no exista gente destructiva, y sí constructiva, porque atacando no se consigue nada Camilo, y decir que “la derecha aún no entiende que esto no es Roma y que el pan y circo que ellos entregan solo hace que los
    chilenos miren con mayor recelo y distancia a la política” es nada más que una crítica que no tiene fundamentos, porque la política de los bonos la utilizan todos los políticos, entre ellos tu candidata Bachelet.