Nuestra democracia está llena de imperfecciones. Especialmente porque una minoría tiene poder de veto y bloqueo a las reformas políticas, sociales y económicas que apuntan a construir un Chile más equitativo gracias al sistema electoral heredado.
Es la UDI, refugiada en el binominal que la subsidia y le permite una sobre representación exagerada ya que con el 21% de los votos tiene 39 diputados, (32,5%) la que, sin duda, permite mantener el status quo.
Esta semana tuvimos la oportunidad de iniciar un camino de reformas políticas importantes, ya que un grupo significativo de diputados de RN coincide con el sentir mayoritario en torno a la necesidad de avanzar hacia un Chile más representativo y plural.
Lamentablemente no se obtuvo el quórum requerido de 71 votos (sólo obtuvimos 67) y el conservadurismo de la UDI logró imponerse, una vez más.
Quiénes se oponen a estas Reformas políticas –especialmente la UDI- están jugando con fuego porque el único efecto que están provocando es más descrédito y desconfianza ciudadana en las instituciones políticas y eso no ayuda a construir un país desarrollado.
Un país progresa con Democracia, con instituciones legitimadas socialmente y una buena calidad de la política. Sin embargo, aquello no lo ha logrado entender la UDI, cuyos diputados votaron en contra de la reforma que eliminaba el número 120, en relación a los diputados que componen la Corporación; iniciativa clave para avanzar hacia el término del binominal.
La mayoría –más del 65% de la ciudadanía y así se ha visto en diversas encuestas- quiere cambiar el binominal y quiere que exista más competencia electoral, que entren nuevos actores y que la ciudadanía pueda elegir a los mejores.
Chile necesita otras Reformas Políticas que acerquen la democracia a las Regiones y que permitan elegir a las autoridades regionales, que se transparente mucho más el financiamiento de la actividad política. Se requieren partidos políticos más abiertos a la comunidad, más transparentes, participativos y donde haya límite a las re-elecciones.
Vamos a insistir; si bien perdimos una batalla, no se ha perdido la guerra. Hay una mayoría política y ciudadana que quiere y pide reformas políticas y, en el Senado, esperamos que efectivamente se desarchive un proyecto de ley similar enviado por el Gobierno del ex presidente Ricardo Lagos.
La opinión pública debe estar clara en relación a quién es quién en el contexto de las reformas políticas. Seguiremos denunciando a los actores políticos que quieren mantener el status quo de los abusos y de los candados para una mejor democracia, como ocurre con el cuestionado binominal.