20 ene 2012

Acuerdo DC-RN, el regreso de la política

La política como actividad humana puede ser descrita, analizada e incluso hasta cierto punto pronosticada, desde, entre otras variables, las instituciones, los intereses, las ideologías, los actores individuales y grupales.

Sin embargo, lo que hace muy difícil su pronóstico, es que la política dice relación con eventos políticos que ocurren en el futuro, el que, por su esencia, está determinado a su vez por eventos que ocurren también en el futuro. No los conocemos.

Pero en este caso el futuro es ahora ya que acaba de ocurrir en la política chilena que ciertos actores –principal mas no exclusivamente el PDC y RN- de pronto han creado un hecho político relevante: han convenido ciertas modificaciones sustantivas al imperfecto régimen político democrático vigente que tenemos.

Ha vuelto así la política, porque ella consiste centralmente en plantearse y encontrar respuestas a la vieja pregunta acerca de qué hacer.

A su vez, el político se caracteriza por saber qué hacer en política. Ese es su trabajo. Eso es algo central y sustantivo de su vocación.

Y ya estaba bueno –a mi juicio- que los políticos chilenos regresaran a su vocación y rol y no siguieran esperando la próxima encuesta, fuere la del CEP, la de Adimark o la del CERC -o la que fuere- para saber qué hacer.

Todos sabemos que las encuestas son fotografías, más o menos borrosas, del estado de situación de una sociedad y de la política en un momento dado. Sabemos también que contienen errores, más allá incluso de aquellos que las más serias y profesionales de entre ellas reconocen.

Lo importante es que los políticos pueden y deben examinar lo que está ocurriendo, evaluarlo, preguntarse qué hacer, y hacerlo. Para eso están.

No para esperar que los encuestables y los efectivamente encuestados les digan qué hacer.

De otro lado, está clarísimo hasta la náusea, que el régimen político democrático chileno actual adolece de un déficit –para expresarlo benevolentemente- de representatividad.

Esto es, los políticos, aunque elegidos básicamente de manera democrática, actualmente no representan a la comunidad política, tienen un poder que nos pertenece a cada uno y todos nosotros –el pueblo- pero no nos representan fielmente.

En las actuales reglas del juego democrático chileno y especialmente en virtud de la regla del binominal, no se dan las condiciones políticas para que el régimen político democrático pueda acercarse al ideal de ser el gobierno del pueblo, para el pueblo, con el pueblo y al servicio del pueblo, esto es, de todos y cada uno de nosotros, contados y validados, a efectos políticos, uno a uno.

Puede reconocerse que el binominal jugó un rol relevante para que efectivamente se produjera el retorno a la democracia y para que se dieran condiciones de gobernabilidad.

Ello en un país político como Chile, difícil, escindido, conflictivo, herido en el cuerpo y en su alma luego de una larga y terrible dictadura, gobierno militar, régimen militar-autoritario- burocrático-tecnocrático, gobierno del General Pinochet, o como quiera denominársele.

Pero las reglas del binominal, transcurrido ya también un largo tiempo, llevaron a una situación que a todas luces debe ser modificada.

Parafraseando a los economistas que expresan que las cifras económicas deben sincerarse, opino que debemos sincerar las cifras del Chile político.

Las modificaciones propuestas, entre otros por RN y el PDC, parecen, a mi juicio -usted lector puede tener otra opinión- orientadas en una dirección correcta: mejorar la representatividad del régimen político democrático chileno, de la política, de los partidos políticos y de los políticos.

Un padrón electoral abierto e inclusivo acompañado del derecho y el deber libremente ejercido del sufragio, un sistema electoral proporcional corregido, un régimen político semi-presidencial, pueden constituirse en una respuesta política a una ciudadanía indignada y movilizada pero también agotada, al parecer, de la violencia que acompaña a esa indignación y movilización y que no nos provee de horizontes de paz social, de normalidad, de condiciones de avance económico y equidad, para pasar de situaciones malas a situaciones mejores.

Por cierto, el futuro sigue siendo eso, el futuro. No sabemos que ocurrirá.

Pero sí sabemos que ha ocurrido un hecho que puede ser clave en el retorno a una mejor convivencia política dentro de un régimen político que mejore o perfeccione sus reglas y se haga más cercano al ideal democrático.

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  • Carlos Arevalo

    He leido casi todo lo escrito sobre el tema, pero ademàs de tener reservas y pensar que  lo que se està gestando, ojalà no sea así, es un gobierno  en el cual  la DC estè presente….

    Bueno,  quiero decir que de lo leìdo su anàlisis me parece el màs lùcido y donde se dicen las cosas por su nombre, estamos cansados de eufemismos, palabras sin sentido,vocabulario hueco, rellenar espacio- tiempo  donde finalmente no se dice nada.

    Gracias

    • patricio chaparro navarrete

      Gracias a usted don Carlos, por leer y comentar.
      Convengo con usted que está por verse hacia dónde conducen los hechos políticos recientes. 
      Habrá que seguir haciendo esfuerzos por describir y analizar la compleja, difícil y siempre conflictiva politica nuestra de cada día.
      Atentos saludos, PChN

  • Carlos Arevalo

    He leido casi todo lo escrito sobre el tema, pero ademàs de tener reservas y pensar que  lo que se està gestando, ojalà no sea así, es un gobierno  en el cual  la DC estè presente….

    Bueno,  quiero decir que de lo leìdo su anàlisis me parece el màs lùcido y donde se dicen las cosas por su nombre, estamos cansados de eufemismos, palabras sin sentido,vocabulario hueco, rellenar espacio- tiempo  donde finalmente no se dice nada.

    Gracias

    • patricio chaparro navarrete

      Gracias a usted don Carlos, por leer y comentar.
      Convengo con usted que está por verse hacia dónde conducen los hechos políticos recientes. 
      Habrá que seguir haciendo esfuerzos por describir y analizar la compleja, difícil y siempre conflictiva politica nuestra de cada día.
      Atentos saludos, PChN