24 dic 2011

Por un debate de ideas

No necesitamos encuestas para saber que la política tiene una crisis de representación y que la gente se alejó de las dos grandes coaliciones que han articulado, hasta hoy, las preferencias y los ideales ciudadanos.

Pero el progresismo está ahí, como telón de fondo, como un gran elemento constituyente de quienes queremos más espacios de libertad y de autonomía personal, más equidad y justicia, más oportunidades para todos, más cuidado por el medio ambiente, más conciencia sobre quiénes somos y cómo se desarrolla nuestra relación con el planeta que nos acoge.

La política está en crisis, pero las ideas no. Y por eso estamos planteando nuevamente partir por las ideas, comenzar por el debate, abrir espacios de diálogo y reflexión no excluyentes, que dé paso también a listas amplias y convocantes en las próximas elecciones municipales.

Nadie tiene el monopolio de la representación ciudadana. Y a lo largo de 2011 vimos emerger, con singular fuerza, a ciudadanos activos en la defensa de sus derechos y en la búsqueda de profundos y decisivos cambios para Chile.

Los partidos tardaron en reaccionar y en entender que hay que abrir las puertas, todas las puertas, para que fluya de verdad la relación entre representados y representantes. De eso se trata la reflexión en torno al progresismo.

Se trata de promover una nueva mayoría política, social y cultural que se haga cargo no sólo de la crisis de representación de los partidos, sino también de la crisis del modelo de desarrollo chileno, que ciertamente ha traído progreso, crecimiento y bienestar, pero no para la mayor parte de los chilenos, y que, en la educación, manifiesta deficiencias de tal calibre que ponen en cuestión todo el resto del modelo.

La agenda del presente y del futuro es la agenda del combate en contra de la desigualdad.

Ahí es donde tenemos que sumar fuerzas entre dirigentes políticos, partidos, organizaciones sociales y movimientos ciudadanos, para converger en un gran frente amplio que siempre sume, que siempre agregue, que siempre incluya, para que no tengamos de nuevo a estudiantes que pierden el año y permanecen meses con sus liceos y universidades tomados porque no somos capaces de ofrecer respuestas coherentes y radicales a problemas ya largamente identificados y que, por desgracia, toma mucho tiempo resolver.

De modo que toda demora, toda dilación, hipoteca aún más el futuro de generaciones jóvenes que reciben una formación precaria e inadecuada para la sociedad del futuro.

Es el tipo de cosas que quienes se sienten progresistas deben poner en juego, en movimiento, en viva fuerza social y política.

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  • http://www.facebook.com/josehernandezcorrea Jose Hernández Correa

    Así es, la política está en crisis. El columnista “olvidó mencionar: que los políticos también. A pesar que las ideas sean inagotables, eso no garantiza su ejercicio efectivo. El pueblo reconoce a sus hablantes y la validez de sus declaraciones.
    La crisis no es sólo de representación en política, sino de quienes fueron equivocadamente investidos para esa representación. Lamentablemente, a pesar del clamor popular de repudio y de los crudos indicadores de escasa credibilidad que ostentan los “representantes” de la clase política, éstos, en cambio, hacen caso omiso, e interpelan por la creación de nuevos referentes, de “nuevas mayorías”,  de nuevos frentes ciudadanos que convoquen en torno al “progresismo”, “viva fuerza social”, bla, bla, bla, etc. Que fácil enunciar en torno a metáforas linguísticas olvidando cúmulos de desaciertos y contrasentidos. Quienes transitamos, alguna vez cerca de la política y de los políticos, sabemos como se construyen liderazgos en ese dominio y como esos liderazgos se rodean de disputas de poder (y de cargos cuando los hubo disponibles), ambiciones, deslealtades, servicios, favores y de ingenuos militantes (y otros no tanto) que terminaron su tráfago político como adláteres, genuflexos y panegiristas (según describía acertadamente un respetado profesor de corcheas y pentagramas de la zona poniente). No todo está perdido, la inscripción automática puede constituir la voz de las mayorías silenciosas y terminar de una vez con el protagonismo de estos “representantes” del maletín y las peroratas insípidas.

    Un indignado…

    José Hernández Correa

  • http://www.facebook.com/josehernandezcorrea Jose Hernández Correa

    Así es, la política está en crisis. El columnista olvidó mencionar: los políticos también. A pesar que las ideas sean inagotables, eso no garantiza su ejercicio efectivo. El pueblo reconoce a sus hablantes y la validez de sus declaraciones.
    La crisis no es sólo de representación en política, sino de quienes fueron equivocadamente investidos para esa representación. Lamentablemente, a pesar del clamor popular de repudio y de los crudos indicadores de escasa credibilidad que ostentan los “representantes” de la clase política, éstos, en cambio, hacen caso omiso, e interpelan por la creación de nuevos referentes, de “nuevas mayorías”,  de nuevos frentes ciudadanos que convoquen en torno al “progresismo”, “viva fuerza social”, bla, bla, bla, etc. Que fácil enunciar en torno a metáforas linguísticas olvidando cúmulos de desaciertos y contrasentidos. Quienes transitamos, alguna vez cerca de la política y de los políticos, sabemos como se construyen liderazgos en ese dominio y como esos liderazgos se rodean de disputas de poder (y de cargos cuando los hubo disponibles), ambiciones, deslealtades, servicios, favores y de ingenuos militantes (y otros no tanto) que terminaron su tráfago político como adláteres, genuflexos y panegiristas (según describía acertadamente un respetado profesor de corcheas y pentagramas de la zona poniente). No todo está perdido, la inscripción automática puede constituir la voz de las mayorías silenciosas y terminar de una vez con el protagonismo de estos “representantes” del maletín y las peroratas insípidas.

    Un indignado…

    José Hernández Correa

  • http://www.facebook.com/people/William-Andres-Vargas-Mondaca/1374232191 William Andres Vargas Mondaca

    Sr. Girardi: Usted es parte del problema. Tengo casi 30 años y desde que me acuerdo (alrededor de los 12 años de edad) usted está donde siempre, vale decir: lleva más de quince años “apernado”. Usted es responsable, junto a su coalición, de una buena parte del descontento y la desconfianza pues creyeron que tenían el monopolio de la representación ciudadana, ahora habla usted de crisis del modelo chileno y éste no le causó incomodidad alguna durante 20 años, ahora habla de movimientos sociales cuando, año a año los universitarios pedían reforma universitaria y educación pública, ignoraron la voz ciudadana en el 2006 pués manipularon, acallaron y desoyeron a “los pingüinos” que reclamaban lo mismo que en 2011 (la diferencia es que ahora usted ni su coalición gobiernan y ahora apoyan a los movimientos sociales).
     Basta ya de tanto descaro Sr. Girardi, eso de la igualdad, la justicia social, el respeto por la naturaleza, la suma de fuerzas y la inclusión, para usted no son más que lindas palabras que tratan de volver a entusiasmar a los chilenos con “la alegría”, que llegó sólo para los empresarios, los oligarcas de siempre, para los nuevos ricos y para los personeros de la concertación (que a su vez se convirtieron en empresarios y  algunos también en nuevos ricos).
      Mejor calle, su discurso está agotado.

  • http://www.facebook.com/people/William-Andres-Vargas-Mondaca/1374232191 William Andres Vargas Mondaca

    Sr. Girardi: Usted es parte del problema. Tengo casi 30 años y desde que me acuerdo (alrededor de los 12 años de edad) usted está donde siempre, vale decir: lleva más de quince años “apernado”. Usted es responsable, junto a su coalición, de una buena parte del descontento y la desconfianza pues creyeron que tenían el monopolio de la representación ciudadana, ahora habla usted de crisis del modelo chileno y éste no le causó incomodidad alguna durante 20 años, ahora habla de movimientos sociales cuando, año a año los universitarios pedían reforma universitaria y educación pública, ignoraron la voz ciudadana en el 2006 pués manipularon, acallaron y desoyeron a “los pingüinos” que reclamaban lo mismo que en 2011 (la diferencia es que ahora usted ni su coalición gobiernan y ahora apoyan a los movimientos sociales).
     Basta ya de tanto descaro Sr. Girardi, eso de la igualdad, la justicia social, el respeto por la naturaleza, la suma de fuerzas y la inclusión, para usted no son más que lindas palabras que tratan de volver a entusiasmar a los chilenos con “la alegría”, que llegó sólo para los empresarios, los oligarcas de siempre, para los nuevos ricos y para los personeros de la concertación (que a su vez se convirtieron en empresarios y  algunos también en nuevos ricos).
      Mejor calle, su discurso está agotado.