El contenido del libro de Krassnoff y el provocador homenaje a su figura, encarnan un intento de la ultraderecha y del militarismo pinochetista de justificar las más crueles violaciones a los derechos humanos durante el régimen militar. De reivindicar a los agentes de la DINA encargados del trabajo sucio, y un claro chantaje a la derecha y al gobierno para reposicionar sus demandas.
El que sea el alcalde Labbé, el único de los personeros de la DINA que ha logrado una reinserción electoral durante los años de democracia, quien invita a la manifestación de apoyo a Krassnoff, deja en evidencia que esto se planificó para hacer el mayor daño proponiendo el espectro del pasado.
Con Labbé, anfitrión de la iniciativa, se ha querido dar a ella el mayor realce comunicacional posible, transformando el acto no solo en una cruel provocación para las víctimas de Krassnoff y de la DINA, sino en una afrenta al gobierno y a toda la derecha.Es un recordatorio de que si hay personas que gozan de los privilegios de los cargos del poder ejecutivo es porque el pinochetismo también colocó sus votos para consumar dicho objetivo.
También le recuerdan a Piñera que este apoyo fue pactado, que el candidato de la derecha se reunió con la “familia militar pinochetista” y que hubo compromisos de revisar causas.
Se conversó sobre aplicar amnistías y de incorporar militares comprometidos con las violaciones a los derechos humanos en el indulto presidencial, cosa que no ha ocurrido y que es casi imposible que suceda.
Por ello, el rol visible de la convocatoria lo juega el alcalde Labbé, que ya ha desafiado al gobierno con sus medidas represivas en contra del movimiento estudiantil, causando bochorno e incomodidad en La Moneda y en un parlamento donde subsisten nombres que estuvieron ligados a la dictadura.
Casi como un gesto mafioso de advertencia, envían una invitación al Presidente a participar en este homenaje, sin imaginar que la inoperancia y el descuido de una funcionaria o la connivencia de ella con el ideario de la dictadura, llegaría a involucrar directamente al Presidente en un saludo.
Este “regalo” inesperado, constituye una victoria gigantesca para los organizadores, ya que de alguna manera el gobierno ha debido dar explicaciones. Con ello se ha realzado la importancia de una iniciativa que, aún estando completamente aislada en la sociedad chilena, recoloca el tema de los “militares de Pinochet” más allá de lo que esperaban.
El error del gobierno, la participación de Labbé como organizador del evento, los balbuceos de muchos exponentes de la vieja derecha que no se atreven o no quieren condenar los crímenes, ha permitido que Krassnoff se transforme en un ulterior factor de debilidad de Piñera y de su alianza presionada por el pasado.
El acto está inscrito en un esfuerzo, al cual el activismo pinochetista no renuncia, de reinterpretar la historia. Por ello, en estos días hemos vuelto a escuchar a personeros de la dictadura militar, traídos a las pantallas de la TV, a los micrófonos de las radios y a las columnas de los diarios, como verdaderos espectros de ultratumba, a hablar de nuevo de los valientes soldados que enfrentaron al marxismo y a partir de ello justificar los crímenes cometidos.
Se elige como emblema a uno de los más despreciables personeros de la represión, un psicópata directamente involucrado en decenas de crímenes y que siempre ha hecho apología de ellos, justamente para que sea claro que sus reivindicaciones llegan muy arriba, que no se trata solo de la exigencia de liberar a un soldado que recibió órdenes.No. La ambición es mayor.
Se trata de reivindicar directamente a la DINA, de instalar la idea de que gracias a ella y a estos hombres injustamente condenados y encarcelados, se ganó la guerra al comunismo y hoy el país vive en libertad.
Justamente por los objetivos que hay detrás de la iniciativa del pinochetismo, es más repudiable el que sea un alcalde, elegido con los votos populares, el que organice este encuentro, ya que en el fondo Labbé utiliza este consenso ciudadano para un propósito innoble como es promover la legitimidad de los crímenes y de los esbirros la dictadura.
Por ello es que todos los que se sienten parte de una visión y adscripción a los valores democráticos y al respeto a los derechos humanos, debemos reaccionar juntos en la condena a esta asonada comunicacional preparada desde Punta Peuco.
Por ello también, es que todos los demócratas debiéramos unirnos en una operación de saneamiento para impedir que Labbé, un hombre de la DINA de Manuel Contreras, siga siendo el alcalde de la comuna de Providencia.
Sería una gran respuesta a la arrogancia de la vieja dictadura que asoma a través de Krassnoff y de sus 144 años de condena a los crímenes cometidos en contra de tantos chilenos.