Este sábado 8 de octubre se conmemora a 11 trabajadores ferroviarios fusilados en el Cerro Chena de San Bernardo el 6 de octubre de 1973 en uno de los episodios menos divulgados de atropellos a los derechos humanos.
Los victimarios fueron militares de la Escuela de Infantería de San Bernardo.
Tras el golpe de estado de 1973, EFE fue intervenida militarmente, el Director General de Ferrocarriles, Alfredo Rojas Castañeda, hasta hoy está detenido desaparecido, su cargo lo ejerció un Delegado Militar, las dependencias de EFE se allanaron con dureza, entre ellas la Maestranza de San Bernardo, sin encontrar armas, ni planes de sabotajes, ni nada.
Sin embargo, en San Bernardo, el 28 de septiembre de 1973 algunos trabajadores ferroviarios empezaron a ser secuestrados en sus domicilios, de noche durante el toque de queda y al día siguiente, otros en sus lugares de trabajo, en los Talleres de la Maestranza, en total, 11 trabajadores detenidos.
Sus aprehensores fueron militares de la Escuela de Infantería de San Bernardo, quienes al detenerlos los intimidaban: “Desde este momento, es mi prisionero de guerra”…una “guerra” inexistente.
Las detenciones torturas y fusilamientos de estos trabajadores fueron sin justificación, tanto así, que ellos ni siquiera recibieron alguna acusación, ni fueron procesados judicialmente. Tampoco tuvieron derecho a defensa alguna, simplemente fueron torturados y fusilados sin un juicio justo.
Sus cuerpos, la mayoría, fueron encontrados y reconocidos en el SML, constatándose las torturas.
Posteriormente, llegó a la Maestranza un destacamento militar a cargo del coronel Lisandro Contreras Cánepa, quien reunió a los trabajadores y en una alocución sin derecho a réplica, justificó los crímenes de los 11 trabajadores argumentando que ellos habían intentado huir; sin embargo, los disparos los habían recibido de frente, es decir, habían sido fusilados.
Existieron varios testigos de estas torturas y fusilamientos lo que permitió que estas muertes quedaran acreditadas en el Informe de la Comisión Rettig.
En cuanto a los culpables, varios de ellos nunca fueron juzgados ni castigados.
Solo, el año 2008, tras un largo proceso el brigadier en retiro del Ejército, Víctor Raúl Pinto Pérez, fue condenado a 15 años de prisión por “secuestros y homicidios”, de estos trabajadores ferroviarios, resolución adoptada por el juez Héctor Solís.
Evidentemente, se trata de un castigo insuficiente, porque este oficial no actuó solo.
Estos Mártires Ferroviarios son: Alfredo Acevedo Pereira, (27 años); Roberto Ávila Márquez, (59); Raúl Castro Caldera, (23); Hernán Chamorro Monardes, (29); Manuel González Vargas, (46); Arturo Koyck Fredes, (48); Adiel Monsalves Martínez, (41); José Morales Álvarez, (31); Pedro Oyarzún Zamorano, (36); Joel Silva Oliva, (37) y Ramón Vivanco Díaz, (44).
Como ocurre cada año, este sábado 8 de octubre de 2011, a las 11,30 horas, frente al monolito recordatorio que existe en la plaza de la Estación de Ferrocarriles de San Bernardo, familiares, amigos y la comunidad, se congregarán a homenajearlos, con la convicción que la convivencia y la democracia, exigen el respeto a las ideas y las personas, y también, que la paz y la libertad siempre triunfarán por sobre la intolerancia y la violencia.