Manuel Bustos Huerta está en la historia del Movimiento Sindical, junto a Clotario Blest, Luis Emilio Recabarren, Héctor Cuevas, Luis Figueroa, Humberto Soto, Tucapel Jiménez.
Al cumplirse 12 años de su partida, hay un solo homenaje que MANUEL aceptaría: ¡la Unidad de los Trabajadores!
Su ejemplo y enseñanzas representan el futuro para los trabajadores y especialmente para los jóvenes un aliciente por su valentía y coherencia. Él creyó y construyó un sindicalismo democrático, unitario, pluralista y autónomo.
Sus palabras aún resuenan y convocan:”Defiendo al trabajador, su empleo, su salario, el derecho al trabajo, defiendo el derecho a la vivienda, a la educación, a la salud, a la cultura, defiendo la familia. Tras esto hay una opción política. Pero eso no significa que él tiene que ser militante de mi partido. En dictadura aprendí que hay que tener capacidad política para entendernos, que es fundamental el diálogo permanente, que hay que tratar los problemas sin ideologizarlos”. (Manuel Bustos, 1989)
Dedicó su vida a luchar por la libertad, la paz y la justicia social. En 1969 fue elegido presidente del Sindicato Sumar y reelegido en ese cargo hasta 1986.
En 1973, era dirigente de la Federación de Trabajadores Textiles y la Central Única de Trabajadores. Fue detenido y torturado, el 12 de septiembre de 1973 fue enviado al Estadio Chile, luego al Estadio Nacional, -donde, según sus palabras, las gestiones del Cardenal Silva Henríquez lo salvaron de una muerte segura- y finalmente a la Cárcel Pública, cumpliendo 15 meses de ilegal detención.
Tras salir en libertad, empezó a reconstruir el Movimiento Sindical, en la Fundación Cardijn, Grupo de los Diez, Coordinadora Nacional Sindical, Comando Nacional de Trabajadores y Central Unitaria de Trabajadores.
Fue arrestado ilegalmente un corto tiempo por el ministro del Interior Sergio Fernández, al poco tiempo de recuperar su libertad, la dictadura asesinó a Tucapel Jiménez para evitar la Unidad Sindical y a fines de ese año, 1982, Manuel Bustos nuevamente es arrestado y, esta vez, expulsado del país acusado de promover el Pliego de Chile. Al volver del exilio, la dictadura lo volvió a detener y lo relegó durante 8 meses en Parral.
También fue elegido miembro del Consejo de Administración de la OIT, vicepresidente de la Confederación Internacional de Organismos Sindicales Libres, CIOSL y diputado por Conchalí, Huechuraba y Renca en representación del Partido Demócrata Cristiano, del cual era militante.
Manuel Bustos, ha sido el Dirigente Sindical más influyente y representativo del Movimiento Sindical en los últimos tiempos. Su visión política, inteligencia, valentía y capacidad de liderazgo fueron fundamentales para que el sindicalismo fuera protagonista en la defensa de los trabajadores y en la recuperación de la Libertad.
Poco antes de fallecer decía: “Siento preocupación por la situación de los trabajadores de nuestro país, que todavía no mejoran como debiera ser… sigue habiendo mucha injusticia social. La riqueza que hemos creado con el esfuerzo de todos, no se ha distribuido con justicia y equidad”
Uno de sus asesores, el abogado y ex dirigente de la CUT antes de 1973, Néstor Gutiérrez, amigo íntimo de Manuel, ha dicho sobre MANUEL: “Los asesores pensamos y actuamos con y para Manuel, pero éste era el hilo conductor de las deliberaciones, el que ponía los temas y el que sabía para donde iban las cosas……¡¡y vaya como se impacientaba cuando su flamante staff le enredaba sus ideas!!….de estas ideas cotidianas, de sus propias lecturas, de sus reflexiones, de su contacto diario con sus compañeros de sindicato base, Manuel fue construyendo una versión propia de la realidad social y política chilena”.
“No siguió modelos. Tuvo la virtud de construir sus propios diagnósticos y convocar a sus pares a las tareas que el mismo supo diseñar”.
“Manuel tenía una profunda formación ética y una elocuencia espontánea y seductora que sus amigos asesores disfrutábamos y comentábamos con profunda admiración. Cuando hacía una intervención era capaz de desarrollar múltiples ideas, de mezclar temas, de insertar anécdotas, y siempre era capaz de volver al tronco del mensaje. La profundidad de ese pensamiento y la convicción de su alma, no se la he visto a nadie más”, agrega.
El mensaje de MANUEL es de futuro y tiene más vigencia que nunca.
Él estaría apoyando las movilizaciones sociales.
Estaría convocando a construir una sociedad más justa y solidaria, exigiendo que esa riqueza que ayudan a crear los trabajadores sea repartida equitativamente.
Estaría exigiendo ampliar la participación política para fortalecer esta débil democracia, cooptada por éstas élites que de tanto desconfiar del pueblo organizado, han terminado contribuyendo a la desafección con el sistema democrático y generando una explosión social.
Los jóvenes tal vez sin saberlo levantan hoy las mismas banderas de Manuel Bustos.
Sin embargo los trabajadores de hoy, rezagados y desunidos, debieran tomar el ejemplo de MANUEL para luchar unidos en la construcción de un futuro digno, conquistando: trabajo decente, un nuevo código del trabajo, libertad sindical, eliminando la discriminación laboral, ampliando la negociación colectiva, regulando los contratas y honorarios del sector público, modificando las Isapres, un sistema previsional público, nuevas políticas medioambientales, resolver el endeudamiento social, una nueva constitución, nueva reforma tributaria, una nueva política minera que acabe con las concesiones plenas.
Con el ejemplo de Manuel Bustos, un futuro laboral digno es posible.
Este martes 27 de septiembre a las 19 horas, con motivo de cumplirse 12 años de su fallecimiento, se realizará una Misa en su memoria en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en Alameda 3137, Estación Central, Santiago.