Si me preguntan hoy si prefiero solamente educación gratis o un esquema donde haya educación gratis y educación pagada para Chile, claro que optaría por la primera con la idea en mente de no tener que pagar el colegio de mis hijos todos los meses.
Pero si entro a estudiar más allá en estas dos alternativas, se complica mucho la elección y con certeza, concluiría que es mejor la segunda. La forma de preguntar, afecta sin duda las respuestas y puede llevar a errores en nuestras decisiones.
Más allá de los argumentos jurídicos y las experiencias de otros países, en el tema del plebiscito que está siendo pedido por el movimiento estudiantil y por algunos sectores, hay que hacer un voto de humildad para reconocer que los ciudadanos no siempre tenemos ni el tiempo, ni a veces el interés en entrar a fondo y al detalle de las políticas públicas.
En el caso particular de la educación, me gustaría saber cuántos sabemos exactamente el costo que tiene cada alumno para el Estado o las diferencias entre los resultados de los colegios municipales y los particulares subvencionados o qué dice exactamente el Estatuto Docente.
Tenemos preferencias, ideas generales, experiencias personales, pero no tenemos a mano el Excel con el valor de las subvenciones ni los resultados de las evaluaciones a los profesores.
Alguien puede decir que este argumento es válido para elegir a los presidentes y parlamentarios, pero lo cierto es que nosotros votamos (o al menos deberíamos votar) por las ideas que ellos representan y es pega de ellos navegar en el mar de números y leyes para materializarlas.
En una democracia como la nuestra, al votar en elecciones se nos pide delegar en otros decisiones técnicas complejas. Si algunos no se sienten bien representados con el actual sistema electoral, hay que afinarlo, pero no saltárselo cuando a uno le conviene.
Exigir un plebiscito ahora es hacernos presos de los resultados de un debate que se aleja de los números y los argumentos para caer en slogans fáciles de entender pero peligrosos si se llevan a la práctica. Y en un tema como la educación esto es especialmente grave.