El Gobierno del Presidente Piñera, con el apoyo de sus medios de comunicación, está consiguiendo obtener un resultado de cuasi empate en los análisis de las encuestas. En su discurso, basado en la tesis del “mal de muchos, consuelo de tontos”, intenta socializar la pérdida de apoyo señalando que esto afecta a todas las fuerzas políticas.
No deja de ser preocupante el rechazo a todas las fuerzas políticas, ello es el triunfo tardío de las ideologías neoliberales y del mensaje de la dictadura, que las fuerzas democráticas no pudimos ni hemos podido derrotar. Pero no es ese el punto de esta reflexión.
El punto es que los países pueden cambiar el apoyo a la oposición sin que ello signifique una crisis, salvo para los que pierden ese apoyo, pero no es lo mismo con los gobiernos.
Si un país no tiene gobierno, es decir el gobierno no gobierna, o tiene un gobierno que no gobierna para la mayoría, la que lo eligió o la que se genera producto de las nuevas situaciones que van acaeciendo, o tiene uno de esos comportamientos porque no entiende lo que sucede en la sociedad, en todos esos casos, el gobierno es parte del problema y no parte de la solución.
Obviamente no es lo mismo tener bajo apoyo siendo gobierno que siendo oposición, ya que –más aún en un régimen presidencialista- el que lleva la conducción es el gobierno.
Que la Concertación tenga bajo apoyo es un problema de la Concertación y afecta básicamente a sus dirigentes.
Podemos decir que no entienden lo que ocurre en el país, o que no son capaces de conducir al conjunto de la oposición, pero ese problema lo tienen los que adhieren a esa coalición, y no lo tiene el país.
Sin embargo que el gobierno de tumbos, que no se sepa para dónde va, o que no sea capaz de articular una solución a problemas cuando un ochenta por ciento del país señala en una dirección sobre cuál es la solución a ese problema, esto si es un problema para todo el país.
Si dirigentes de la oposición replican el discurso de que el problema lo tenemos todos por igual, refleja que no saben leer las encuestas o no escuchan lo que ocurre en Chile. En ese caso bien mal valorados están.
Lo que importa, y preocupa es tener un gobierno que no es capaz de gobernar y que tiene un rechazo que lo duplica. Eso es lo que dice la última encuesta. Ojalá lo entiendan, para que cambien.