Obligado por la crisis político-social, el gobierno realizó el segundo cambio de gabinete que resultó más traumático que el anterior por la histórica desaprobación al Presidente en las encuestas y el generalizado nivel de protestas por el descontento social.
A un año y medio de gobierno, el Presidente perdió la popularidad lograda con el rescate minero. Además, por la mala gestión y falta de soluciones también perdió la credibilidad.
La eficiencia prometida se diluyó y no pasó de ser un eslogan electoral.
El gobierno no ha podido desligarse de los conflictos de interés, los conflictos internos de su sector y los abusos del mercado, que arreciaron justamente en un régimen de derecha.
Con este cambio de gabinete, se consolidó la pésima estrategia política que debutó con el gobierno anterior, de sacar parlamentarios del Congreso Nacional y llevarlos al gabinete.
Esta nociva práctica desconoce la soberanía popular y, mediante un resquicio legal, se vuelve a la figura de los senadores designados.
¿Qué dirán los votantes de las circunscripciones en que habrá que designar senadores en reemplazo de Longueira y Chadwick?
El Gobierno busca retomar el protagonismo dando señales de rectificación y conducción política.
Sin embargo, el empoderamiento ciudadano, solo aceptará diálogos y soluciones de verdad.
Sólo así podrá superarse la crisis.
La reconstrucción es un ejemplo de la pésima gestión del gobierno.
No existe diálogo con los damnificados, allí los que resuelven son las empresas contratadas por el gobierno. Lo reprochable es que las empresas constructoras se niegan a construir viviendas básicas, y los pobladores son duramente reprimidos por protestar.
La reconstrucción era una oportunidad de integración y participación. Para la gente la recuperación de sus viviendas es imposible lograrla por sus propios medios, necesita la organización y la reconstrucción por parte del Estado.
Esta noche TVN mostrará un reportaje especial sobre el drama que viven las personas en esos campamentos.
Así y todo, el Presidente Piñera dijo: “Nuestro compromiso prioritario ha sido reconstruir el país de los daños del terremoto y recuperar la economía”
El Presidente alabó estos supuestos éxitos, resaltando el económico.
La pregunta entonces, ¿Por qué existe tanto descontento social? ¿Por qué las personas no valoran los éxitos económicos? Los analistas, debieran centrarse en la forma como se distribuye la riqueza en Chile.
El economista Luis Eduardo Escobar, escribió un libro al respecto. “Hacia un crecimiento inclusivo: Propuestas de políticas económicas”, ahí denuncia que cuatro familias: Luksic, Angelini, Matte y Piñera, controlan el 47% de los activos de las empresas que cotizan en la Bolsa de Comercio de Santiago.
Seguramente este cambio de gabinete no significará cambios.
Así y todo, el Presidente, sin mencionar el fallido gobierno de excelencia, trató ahora de poner énfasis en los aspectos sociales haciendo un lato análisis en las “excesivas desigualdades sociales”, pero,… ¡no basta con decirlo!
Todo esfuerzo en este sentido requiere de reformas profundas, reformas estructurales políticas, económicas y sociales, sino las encuestas seguirán marcando “a la baja” y el descontento social crecerá.
Si no existen correcciones reales, este cambio de gabinete habrá sido un falso cambio.