Me llegó carta de mi AFP, como a millones de chilenos supongo, para mantenerme informada del caso La Polar.
Una larga carta que intenta ser muy didáctica, pero no logra el objetivo.
Para la gente “común” la carta está escrita en difícil, en ese lenguaje técnico poco comprensible, que sólo logra irritar más que ayudar.
¿Y saben qué? Soy una convencida que nada, nada es tan complicado, que no pueda ser explicado a un niño de 7 años. Así es que, muchachos, en este aspecto, tienen pega por hacer.
Al inicio, muchas cosas obvias: que la AFP está autorizada a invertir en acciones y bonos de empresas, y que éstos tienen riesgos. Que la AFP tenía bonos y acciones de La Polar; pero no dice cuánto ni cuál va a ser la pérdida estimada. Que La Polar entregó información financiera falsa al mercado… ¿alguien no sabe ya todo esto?
El punto clave es un largo párrafo para explicar que las AFP ven la misma información financiera que todo el mercado, que confiaron porque estaba auditada y publicada por la Super de Valores y que los directores nombrados por las AFP no podían informarles nada especial, porque se deben a todos los accionistas. Esto, para justificar que la AFP mantuvo los bonos y acciones de La Polar hasta el final.
Y digo justificar, porque si alguien medio entendido, y en las AFP son más que entendidos, son expertos, lee la Memoria Anual 2010 de La Polar (está en la web de la empresa), aparece clarito el evidente deterioro de la cartera de créditos, que es el principal negocio de la empresa; que las provisiones aumentaron mucho; y que las utilidades de la empresa fueron malas comparadas con el 2009.
¿Y qué hizo mi AFP con esa información? En lo que nos importa a los cotizantes, no hizo nada. Y se equivocaron, leyeron mal; por eso creo que las AFP deben reconocer que se equivocaron y asumir su responsabilidad en este episodio.
Los otros puntos de la carta son para consolarnos: que el sistema de AFP ha sido mucho más rentable en el tiempo que lo proyectado, que la plata invertida en La Polar es poca porcentualmente, que los fondos de pensiones están bien diversificados, etc.
La guinda de la torta es el punto donde dice que todo lo ocurrido “…no afectará mayormente las pensiones”.
¿Cuáles pensiones? ¿La mía, que ya voy llegando a los 55? ¿O la de mi hija que está recién empezando a cotizar? ¿La de los que tienen sus platas en el Fondo A, B, C D o E? ¿Todas las anteriores? ¿O la promedio, que da para cualquier cosa?
Después, que harán todo lo posible para esclarecer los hechos, cautelar los intereses de los afiliados (no sé cuáles, porque la plata ya se perdió), y sancionar a los responsables.
Las AFP no han enfrentado bien este episodio.
Primero, porque no se aprecia respeto por los clientes, por nosotros, los que mes a mes les confiamos la administración de nuestros fondos. En vez de ponerse a nuestra disposición para darnos información a cada uno sobre cómo nos afectará esta situación, escogen el camino de enfocarse en salvar su responsabilidad, mandándonos cartas que dicen harto, pero omiten demasiado, lo fundamental.
Segundo, porque si a las AFP no les afecta en su patrimonio cometer estos errores, y nos siguen cobrando las comisiones como si nada pasara y si se achica el Fondo como si nada, entonces estamos todos fritos.
Sólo espero que no repartan bonos por desempeño a fin de año…