Lo dije hace cinco días: en el deporte mundial había otra Copa que también tenía que preocuparnos, además de la apasionante Copa América de fútbol que tiene a Chile entre los ocho mejores en Argentina.
Era, a raíz de la disputa de los encuentros de final de las zonas clasificatorias para el “repechaje” de Copa Davis, donde Chile estaba involucrado, pues de ahí saldría su próximo rival de los días 16, 17 y 18 de septiembre.
Fue así como el fin de semana quedaron dispuestos los posibles ocho rivales para este compromiso Suiza (16 del ranking), Bélgica (18), Italia (19), Australia (20), Canadá (21), Sudáfrica (22), Japón (23) y Brasil (25).
Y de ellos sólo teníamos la seguridad que con Italia seríamos locales, mientras que con Suiza y Bélgica tendríamos que sortear la sede y con los otros cinco adversarios seríamos complicados visitantes.
Esta mañana en Londres, en la sede de la Federación Internacional de Tenis, el azar produjo el confronte ideal.
Jugaremos en casa con Italia, en el papel, el más accesible de los rivales, que enfrentaríamos en la serie, siempre que contemos con Fernando González en plenitud, junto a Paul Capdeville, Jorge Aguilar y Nicolás Massú, lo que nos permitiría mantenernos un año más en el grupo de los 16 mejores equipos de tenis del mundo.
¿Por qué seremos locales contra Italia?
Porque en las confrontaciones entre ambas naciones desde que existe el nuevo sistema con el Grupo Mundial nos hemos enfrentados en dos ocasiones y la última fue en Cagliari, Italia, en 1985 cuando perdimos 3 a 1 y como era ronda de repechaje, caímos al año siguiente a la Zona Americana.
Italia es un buen equipo, equilibrado pero sin ningún jugador relevante.
Su mejor tenista es Fabio Fognnini (39 en la ATP) a quien Capdeville a fines de 2010 tuvo bastante complicado en la final del Campeonato Challenger que se jugó en el Club Providencia, en nuestra capital y Jorge Aguilar le quitó un set la semana anterior en el Challenger de Asunción, Paraguay.
También están en la nómina Potito Starace (51) y Simone Bolelli (120) y su mejor doblista es Daniele Bracciali (38). Es decir ningún “top ten” ni ciertamente invencible, ni nada que se le parezca.
Será la oportunidad de tomarse un buen desquite de la ocasión anterior que Chile recibió a Italia, hace 35 años, en diciembre del 76 por la final mundial de la Copa Davis en el court central, cuando Jaime Fillol, Patricio Cornejo y Belus Prajoux dirigidos por Luis Ayala perdieron 4 por 1 contra Adriano Panatta, Corrado Barazutti, Paolo Bertolucci y Antonio Zugarelli, capitaneados por el legendario Nicola Pietrángeli.
Durante las próximas Fiestas Patrias, seguramente en el mismo escenario de entonces,que elegirá la Federación de Tenis de Chile para el decisivo compromiso deportivo,
con el ambiente dieciochero que existirá en el entorno, con fondas, músicas y asados, tendremos el tono patriótico adicional para aspirar a un triunfo clave para el futuro del tenis nacional.
Siempre que también, por supuesto, nuestros jugadores y el capitán hagan lo suyo.